La única carta de recomendación que necesitamos son ustedes mismos. Sus vidas son una carta escrita en nuestro corazón; todos pueden leerla y reconocer el buen trabajo que hicimos entre ustedes. 2 Corintios 3:2 NTV
Coincidimos en el
punto de encuentro fijado, el cual queda cerca de nuestra casa de habitación y
ya en la ruta que nos llevará a nuestro destino. No es la primera vez que
hacemos el recorrido; llevamos ya varios viernes en los que cuadramos la cita
para movernos con el propósito de realizar la inducción del programa de 12
pasos. Para mis adentros, me digo que no es lógico ni se me hace natural tomar
la decisión de embarcarnos en esta aventura, que nos lleva a 170 kilómetros de
distancia.
Porque Dios es
el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Filipenses
2:13 RVR 1960
El camino de la
Ciudad de Guatemala a Chiquimula es una travesía que muestra la diversidad
geográfica y climática del país. Inicia en la capital, rodeada de cerros verdes
y un clima templado, con neblina ocasional en la madrugada. A medida que se
avanza por la Carretera CA-9 y luego la CA-10, el paisaje cambia
progresivamente.
Pasando el
kilómetro 20, la vegetación sigue siendo frondosa, con cultivos y pequeñas
aldeas a los lados del camino. Sin embargo, al dejar atrás el departamento de
Guatemala y entrar en El Progreso, el panorama se transforma: los bosques
densos dan paso a un entorno más seco y semiárido, característico del oriente
del país. Los cerros adquieren tonos marrones y las hojas de los árboles
parecen más escasas.
La temperatura
comienza a elevarse conforme avanzamos. Aunque dentro del vehículo mantenemos
un ambiente fresco, solo hace falta tocar el vidrio de la ventana para
percatarse de que, en el exterior, las cosas han cambiado drásticamente. En
Sanarate y Guastatoya, el calor es más notorio, especialmente al mediodía,
cuando el sol cae a plomo sobre la carretera. A los lados del camino aparecen
cactus y arbustos resistentes a la sequía, y los ríos que cruzan la ruta suelen
tener caudales bajos, especialmente en verano.
Todos los
creyentes estaban unidos de corazón y en espíritu. Consideraban que sus
posesiones no eran propias, así que compartían todo lo que tenían. Hechos 4:32 NTV
El clima de
camaradería dentro del vehículo es jovial. Los intervalos de pestañeos y
dormitación se interrumpen con risotadas provocadas por una broma o un
comentario mordaz. Aunque el grupo ha variado en cuanto a los acompañantes, las
conversaciones mantienen un tono similar. Todos tenemos algo en común, y es
evidente que nos regocija saberlo y tener la oportunidad de compartirlo.
Al llegar a
Zacapa, el calor ya es evidente. Este departamento es conocido por sus altas
temperaturas y suelos áridos. Se pueden ver fincas de melón y caña de azúcar y,
en las colinas, ganado pastando bajo la sombra de árboles dispersos. En este
tramo, el viento caliente golpea los vehículos y la sensación térmica puede
superar fácilmente los 35°C en época seca.
¡Qué hermosos
son sobre los montes los pies del mensajero que trae buenas noticias, buenas
noticias de paz y de salvación, las noticias de que el Dios de Israel reina! Isaías 52:7 NTV
Finalmente, al
acercarse a Chiquimula, la vegetación vuelve a hacerse un poco más densa en
algunas zonas, pero el clima sigue siendo cálido. Los cerros que rodean la
ciudad se tiñen de tonos ocres en verano y reverdecen en invierno con las
lluvias. El ambiente es vibrante y bullicioso, con mercados llenos de productos
locales y el característico aire de un pueblo grande con espíritu comercial y
fronterizo.
La tarde comienza
a caer. Ya todos los pasajeros estamos despabilados y expectantes, con un gozo
difícil de explicar. Aunque es la hora natural del descanso, unas renovadas
fuerzas aparecen en nuestros cuerpos, sometidos al esfuerzo de una semana
laboral. Sonrío y pienso: hay algo sobrenatural en todo esto. Veo el rostro de
mi amada esposa y confirmo que nunca lo hubiera hecho por iniciativa propia;
hay algo más que nos está moviendo.
Es evidente
que son una carta de Cristo que muestra el resultado de nuestro ministerio
entre ustedes. Esta «carta» no está escrita con pluma y tinta, sino con el
Espíritu del Dios viviente. No está tallada en tablas de piedra, sino en
corazones humanos. 2 Corintios 3:3 NTV
Mientras
compartimos los principios del programa, el uso de los materiales y las reglas
para ponerlo en marcha, se hace evidente que hay algo más que un simple
proceso. Hay una persona detrás de todo esto. Se trata de una relación
apasionante con Él, y nosotros no somos más que el testimonio vivo de Su amor.
Al conversar con los asistentes, encontramos un denominador común que los llevó
a involucrarse: el testimonio de transformación que Jesús obró en la vida de
uno de sus coterráneos. Gabriel, el más entusiasta del equipo, condujo durante
más de tres horas para estar ahí.
El Espíritu
del Señor Soberano está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar
buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para consolar a los de corazón
quebrantado y a proclamar que los cautivos serán liberados y que los
prisioneros serán puestos en libertad. Él me ha enviado para anunciar a los que
se lamentan que ha llegado el tiempo del favor del Señor junto con el día de la
ira de Dios contra sus enemigos. Isaías
61:1-2 NTV
Ninguna de las
vidas de quienes hemos hecho el recorrido es perfecta; distan mucho de serlo.
Sin embargo, hay un mensaje escrito en nuestros corazones que es imposible
guardar solo para nosotros. Hay una buena noticia que llena nuestras bocas
hasta desbordarlas de gratitud. Hay perdón, esperanza de cambio, una oferta de
intercambio: dolor por propósito, vergüenza por gloria, soledad por
comunión.
Nosotros no
podemos dejar de hablar acerca de todo lo que hemos visto y oído. Hechos 4:20 NTV
ORACIÓN:
Señor, gracias
por el privilegio de llevar Tu mensaje y ser cartas vivas de Tu amor. Que cada
paso que demos refleje Tu gracia y cada palabra proclamada anuncie la libertad
que solo Tú puedes dar. Renueva nuestras fuerzas cuando el camino parezca
largo, y mantén encendido el fuego en nuestros corazones para compartir las
buenas nuevas. Que cada encuentro sea un testimonio de Tu fidelidad, y que, al
final del día, solo Tu nombre sea exaltado. En el nombre de Jesús. Amén.
Ray & Lily
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