Lot levantó la vista y observó que todo el valle del Jordán era tierra de regadío, como el jardín del Señor o como la tierra de Egipto en dirección a Zoar. Así era antes de que el Señor destruyera a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí todo el valle del Jordán y partió hacia el oriente. Fue así como Abram y Lot se separaron. Génesis 13:10-11 NVI
En la República de Guatemala, si bien no hay registros formales de que la tierra se repartiera literalmente hasta donde la vista llegara, sí hay historias de finqueros y militares que reclamaban tierras de manera exagerada con apoyo del gobierno. En el siglo XX, en regiones como Petén y Alta Verapaz, algunos terratenientes se apropiaban de grandes extensiones sin una delimitación clara. De ahí se acuñó esa expresión.
Durante la época colonial, la Corona Española implementó sistemas para otorgar tierras que incluían la mano de obra indígena, por medio de las llamadas encomiendas y mercedes reales. Esto ocasionó que unos pocos terratenientes y encomenderos se hicieran de grandes cantidades de tierra sin límites muy claros, hasta donde su vista alcanzara, aunque esto era más una expresión figurada que una regla formal.
En la época republicana y liberal (siglo XIX) hubo una reforma agraria, pero no en beneficio de los campesinos, sino de una élite cafetalera que incluía a extranjeros, especialmente alemanes. Se expropiaron tierras comunales para beneficiar a amigos del gobierno de turno (especialmente en la época de Justo Rufino Barrios).
Ya en el siglo XX, en 1952, el presidente Jacobo Árbenz impulsó la Reforma Agraria, que buscaba redistribuir tierras ociosas de grandes terratenientes entre campesinos sin tierra. Esto provocó la oposición de las élites y de EE. UU., lo que llevó al golpe de Estado en 1954. Luego de su derrocamiento, algunas de las tierras fueron devueltas y otras asignadas a militares y políticos aliados, hasta donde la vista les alcanzara.
Abram se quedó a vivir en la tierra de Canaán, mientras que Lot se fue a vivir entre las ciudades del valle, estableciendo su tienda de campaña cerca de la ciudad de Sodoma. Los habitantes de Sodoma eran malvados y cometían muy graves pecados contra el Señor. Génesis 13:12-13 NVI
La historia de cómo Lot se separa de Abram (aún no había sido llamado Abraham) muestra cómo nuestra visión puede ser limitada. La aparente mejor elección de Lot devino en un desastre familiar de proporciones y alcance exagerado. A la vista, él (Lot) hizo una buena elección, pero a la postre terminó viviendo en una ciudad que provocaría su ruina. La debacle moral de aquel lugar permeó los valores de su familia, le hizo perder a su esposa y, unos capítulos después, sus hijas toman decisiones que dejan ver cómo toda la influencia a la que fueron expuestas llegó a dar forma a sus pensamientos y, por ende, a sus actos.
Después de que Lot se separó de Abram, el Señor le dijo: 'Abram, levanta la vista desde el lugar donde estás. Mira hacia el norte y hacia el sur, hacia el este y hacia el oeste. Yo te daré a ti y a tu descendencia, para siempre, toda la tierra que abarca tu mirada. Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra. Si alguien puede contar el polvo de la tierra, también podrá contar tus descendientes. ¡Levántate, recorre el país a lo largo y a lo ancho porque a ti te lo daré!'. Génesis 13:14-17 NVI
Por otra parte, Abram decidió depender de Dios. Cuando este le propuso dejar su tierra y su parentela y dejarse conducir hasta una tierra que le mostraría, comenzó un peregrinaje donde Dios mismo lo acompañó, le ofreció su respaldo y le dio promesas que ni siquiera había imaginado, cuyo cumplimiento y alcance se extendió mucho más allá de lo que hubiera podido pedir. Una descendencia tan grande e importante que llegó, aproximadamente 2,000 años después, hasta el nacimiento del Cristo, el Mesías y Salvador del mundo, Jesús.
Porque estas cualidades, si abundan en ustedes, los harán crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo y evitarán que sean inútiles e improductivos. En cambio, el que no las tiene es tan corto de vista que ya ni ve y se olvida de que ha sido purificado de sus antiguos pecados. Por lo tanto, hermanos, esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios, que fue quien los eligió. Si hacen estas cosas, no caerán jamás y se les abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. 2 Pedro 1:8-11 NVI
Fe, virtud, conocimiento, constancia, dominio propio y devoción a Dios son algunas de las cualidades que el apóstol Pedro nos sugiere desarrollar para lograr ver más allá de lo natural, poder abrir nuestra mirada espiritual y comprender que nuestra confianza puesta en Dios siempre nos llevará al mejor de los términos. Por muy lejos que lleguemos a ver, por muy ambiciosos que sean nuestros planes, nunca podremos competir con el alcance de Dios, quien puede hacer mucho más de lo que podamos imaginar o pedir. Su eternidad le da una perspectiva mejor de la que nosotros podamos tener; solo en comunión con Él, nuestros ojos serán abiertos a una realidad más poderosa e importante que cualquier otra.
Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno. 2 Corintios 4:18 NVI
Cuando fui alcanzado por Jesús, todas mis peticiones estaban en el plano natural, con una carga enorme de deuda moral y financiera. En ese rumbo se enfocaban mis plegarias. Mucha frustración y dolor acarreé como fruto de poner mi mirada en esas cosas. No fue sino hasta que deposité mi confianza en sus promesas y en las palabras que me fueron guiando paso a paso que finalmente comprendí que no podría hacer esto solo ni a mi modo. Tendría que confiar en su visión, ya que su vista llega mucho más allá de lo que yo pueda pensar.
—No tengas miedo —respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que ellos. Entonces Eliseo oró: 'Señor, ábrele a Guiezi los ojos para que vea'. El Señor así lo hizo y el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo. 2 Reyes 6:16-17 NVI
La invitación de Dios es a levantar la vista, no solo hasta donde nuestra mirada alcanza, sino hasta donde su voluntad nos guíe. La historia de Lot y Abram nos recuerda que nuestra visión es corta cuando nos enfocamos únicamente en lo que nuestros ojos pueden ver. Así como Lot eligió basado en la apariencia del valle, muchas veces tomamos decisiones según nuestras propias evaluaciones naturales, sin considerar la perspectiva de Dios.
Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra! Isaías 55:8-9 NVI
Nuestra vista, sin la dirección de Dios, es como la del viajero en el bosque: limitada y engañosa. No vemos los peligros ocultos ni las bendiciones futuras. Lot, confiando en su propia percepción, se estableció cerca de Sodoma, sin darse cuenta de que estaba caminando hacia la ruina. En contraste, Abram esperó en Dios, quien le mostró un panorama más amplio y le dio una herencia eterna.
Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén. Efesios 3:20-21 NVI
ORACIÓN:
Padre eterno, tu bendición y gracia son tan abundantes, eres rico en misericordia y tu perfecto amor nos puso en la relación correcta contigo. Depender de tu visión es lo mejor que nos puede pasar. Tu perspectiva es eterna, por tanto, va más lejos que el mejor de nuestros sueños. No permitas que nos desviemos del camino, abre nuestros ojos para ver las cosas como tú las ves y así tomar mejores decisiones, basadas en tu plan perfecto para nuestras vidas, imitando el modelo de Jesús. Amén.
Ray & Lily
https://www.youtube.com/watch?v=cB1wdOvVToQ
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