'Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: —Lleva la barca hacia aguas más profundas y echen allí las redes para pescar. —Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada —contestó Simón—. Pero, como tú me lo mandas, echaré las redes.' Lucas 5:4-5 NVI
Se acercó aquella mañana, mal oliente y harapiento, como la
mayoría de los que asistían al local ubicado en la segunda planta del edificio
que nunca se completó en su construcción. El lugar estaba impregnado del humor
que emanaba los cuerpos aglutinados en el pequeño espacio. Sudor, aliento saturado
por el consumo de alcohol, residuos de excremento por la falta de un lugar para
hacer sus necesidades y practicar hábitos de higiene personal.
El grupo de apoyo, para desarrollar el programa cada sábado,
cambiaba cada semana, no era fácil perseverar, pues las condiciones y
situaciones que se suscitaban eran complejas. Esa semana mi amigo Kenny
Villatoro había accedido a participar y dar una charla, después de compartir una
sencilla comida con aquella comunidad de personas que cohabitaban en la calle
como su hogar. Las razones para llegar a ese punto eran tan variadas como la
cantidad de asistentes y podíamos encontrarnos individuos de contextos tan disímiles
como se pueda imaginar.
Javier fue quien lo animó a llegar ese fin de semana. Ese
día marcaría el principio del fin a una etapa que lo llevó a conocer el fondo
más profundo de su vida. Con sus ojos enrojecidos, la piel deshidratada y un
alma sedienta de esperanza, llegó con desconfianza y con el estómago vacío
buscando saciar su hambre física. No sabía realmente que esperar, tampoco
imaginaba lo que se desataría a partir de esa fecha.
'No se negó a declararlo, sino que confesó con franqueza:
—Yo no soy el Cristo. ' Juan 1:20 NVI
Las palabras que usó Kenny calaron en su ser y se rindió,
renunció a ser el dios de su propia vida y pidió ayuda de lo alto. Se acercó al
embajador de Jesús en ese día y declaró su necesidad y deseo de un cambio
genuino. —Necesito una segunda oportunidad— dijo con voz suplicante. Clamó al
Dios de cielo mirando a un hombre que tenía sus pies en el suelo. la oportunidad
le fue ofrecida de esta manera: —Si llegas a este grupo familiar hoy por la
noche, Yo te voy a ayudar— dijo Kenny con firmeza.
'“Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas
grandes e inaccesibles que tú no sabes”.' Jeremías 33:3 NVI
Cuál sería la sorpresa de Kenny cuando vio, por segunda vez
en su vida y en el día, el rostro marchito de Carlos que estaba esperando cerca
de la puerta, junto a otros dos compañeros aún alcoholizados, después de
recorrer a pie los 8 kilómetros que lo separaban de lugar. Tembloroso y fétido cumplió
su palabra, lo cual causó más extrañeza, pues no es frecuente que alguien en esas
condiciones lo haga. En el transcurso de la reunión los tres aceptaron invitar
a Jesús a sus vidas. Carlos, al momento de retirarse indagó: —¿Me vas a poder
ayudar?
'Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene
fe si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que un hermano o
una hermana no tiene con qué vestirse y carece del alimento diario, y uno de
ustedes le dice: «Vaya en paz; abríguese y coma hasta saciarse», pero no le da
lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso? Así también la fe por sí
sola, si no tiene obras, está muerta.' Santiago 2:14-17 NVI
De ahí partieron a la casa de habitación de mi amigo, misma
que se convertiría en su hogar durante los siguientes meses. Ambos habían sido
despojados de cosas y personas que amaban. Luchando cada cual por salir a flote
se reconfortaban con la frase, “Las cosas van a cambiar, no siempre será así”. No
se olvidó de sus dos compañeros y les dio seguimiento también, con la esperanza
de verlos transformados.
Una mañana Carlos pidió prestada su computadora a Kenny,
este un tanto desconfiado accedió. Minutos más tarde se percató que aquel
hombre desprovisto de una imagen respetable era un especialista del Ejército de
Guatemala, dónde había conocido a Hugo otro que también compartió la calle con
él y a quién acompaño durante un buen lapso de tiempo. Tenía estudios, gran
conocimiento de la tecnología y ahora comenzaba a descubrir su verdadera
identidad cómo hijo de Dios.
'No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como
instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como
quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros de su
cuerpo como instrumentos de justicia.' Romanos 6:13 NVI
Pasado un tiempo Carlos se percató de que su hospedador
estaba atravesando una etapa difícil en su economía, salió argumentando que
iría a trabajar, pero ya no regresó, lo que hacía pensar que ya no se le
volvería a ver. Pasadas dos semanas, como si fuera una aparición, se presentó
en la residencia de nuevo. Venía provisto con una dotación de víveres, El que
pidió una oportunidad y comida, hoy proveía también a la mano que se había
extendido hacia él.
'Nosotros no podemos dejar de hablar de lo que hemos
visto y oído. ' Hechos 4:20 NVI
Tuve el privilegio de conocer a Carlos en aquella etapa en
que inició el intercambio de vida que Jesús le ofreció, asistió durante un
tiempo aquel lugar llamado “Pesca Milagrosa” luego comenzó a construir su nueva
etapa de vida. Ahora tiene una esposa e hijas, trabajo, una casa y algunos
miembros de su familia han venido a Jesús a causa de su testimonio de vida,
entre ellos su madre, hermanas, cuñado, sobrinos y sobrinas. Quería que a dónde
fuera todos conocieran lo que ahora tenía. Cada semana recibo un mensaje
saludándome de parte de él, es un lector asiduo de mis textos y un recordatorio
perenne del amor, el poder y la gracia de Dios.
'Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el
crecimiento. Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino solo
Dios porque es quien hace crecer. ' 1 Corintios 3:6-7 NVI
No sé cuantos más Carlos andan por la vida, pregonando el
milagro que Dios realizó en ellos, también hay otros tantos esperando de una
respuesta de misericordia, cómo la de Kenny, que haga tangible el amor de
Cristo por la humanidad. Implica un riesgo, un costo y no hay garantía de que
será fácil o de que realmente funcione. Pero es necesario dar pasos, sembrar
semillas una y otra vez, esperando que el creador les de crecimiento.
'Siembra tu semilla en la mañana y no te des reposo por
la tarde, pues nunca sabes cuál siembra saldrá mejor, si esta o aquella, o si
ambas serán igualmente buenas.' Eclesiastés 11:6 NVI
Pocas veces alcanzamos a dimensionar el impacto de una
pequeña obra de fe, no debemos menospreciar esos esfuerzos, pues Dios puede
convertir una semilla en algo enorme, es un principio natural evidente a toda
la creación. También estar atentos a la
voz de Dios, echar las redes en el lugar y la hora indicados, para obtener una
“Pesca Milagrosa”. Debo hacer que mi fe y mis obras vayan de la mano. Así como
Carlos que no se ha conformado con su salvación, cada día lucha por alcanzar a
otros, por llenar las redes en el nombre de Jesús.
'Así lo hicieron y recogieron una cantidad tan grande de
peces que las redes se les rompían. Entonces llamaron por señas a sus
compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos se acercaron y
llenaron tanto las dos barcas que comenzaron a hundirse.' Lucas 5:6-7 NVI
ORACIÓN:
Padre, no termino de asombrarme por la manera poderosa y
misteriosa en que obras. Sales de una aparente pasividad y activas tu voluntad
para intervenir en nuestras vidas, trayendo vidas, salvación, sanidad y
libertad. Así lo hiciste enviando a Jesús, pausaste la eternidad y partiste la
historia en dos, para que todos podamos experimentar la gloriosa experiencia de
un antes y después de Cristo. No me quiero callar, quiero gritar las maravillas
que has hecho en mi y en tantos otros que he tenido el privilegio de conocer.
Amén.
Ray & Lily
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