Todos han pecado; por eso la tierra está bajo maldición y muy pocos han quedado con vida. La ciudad está desierta. Isaías 24:6 TLA
Con el ceño
fruncido y un largo resoplido, casi infinito, recorría los pasillos buscando
los sanitarios del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, conocido
comúnmente como Ezeiza. Aunque había renunciado a la posibilidad de conocer el
llamado Fin del Mundo, por retrasos de vuelos y no lograr cuadrar una fecha y
horario adecuado, tenía un mal sabor de boca por haber estado tan cerca y
finalmente tener que regresar a la ciudad de Buenos Aires.
Mis compañeros de
viaje, entre los que se encuentra mi amada Ileana, se quedaron sentados en el
pequeño café que funciona en el lugar, ellos luchaban buscando un hospedaje que
nos recibiera a esa hora (1:00 am), también coordinaban con nuestro amigo
Andrés (conductor de un taxi) el recogernos y conducirnos hasta el lugar, que
esperábamos encontrar. Con mis párpados cargados de sueño y arrastrando los
pies en el lustroso piso del edificio, me preguntaba el por que no logramos
llegar a Tierra de Fuego, estando tan cerca.
Deja en manos de Dios todo lo que haces, y tus proyectos
se harán realidad. El hombre planea su futuro, pero Dios le marca el rumbo.
Proverbios 16.3 y 9 TLA
Una frase
irrumpió en el debate de mis pensamientos y dijo suavemente —Te faltó luchar— y
la frase martilló mi cabeza, me hizo cuestionar una multitud de decisiones en
mi vida y agregó pesades resignada a mi alma. De pronto un resplandor iluminó
el lado izquierdo de mi cuerpo, era la pantalla gigante que anunciaba las
llegadas y salidas del aeropuerto, me percaté que andaba con la mirada en el
suelo y cabizbajo, con desgano giré mi rostro hacia la pantalla leed y logré
divisar la línea que listaba una salida a Ushuaia a las 5:00 horas. Verifiqué
en mi móvil y constaté que había espacios disponibles.
Porque ¿quién
de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los
gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? Lucas 14.28 RVR1960
Con una sonrisa
más grande que la del Guasón y caminando al ritmo de un marchista profesional,
llegué a donde mis compañeros, casi atropellando la mesa dónde aguardábamos lo
que decidiríamos hacer. —Encontré un vuelo barato que sale a las 5:00— les
dije, con la emoción de un niño en la dulcería. Ahí comenzó la deliberación de
los costos, itinerario y la forma de pagar la extensión de nuestro periplo por
la Patagonia.
Nos esperaba el
avistamiento del faro en el canal Beagle, la isla de los leones marinos, la
pingüinera en la Isla Martillo y el paseo en el Tren del Fin del Mundo, lo cual
deberíamos lograr en poco mas de 24 horas. Antes debimos sortear las peripecias
que constituyó hacer la compra de los boletos en la ventanilla de la aerolínea
en el mismo aeropuerto que, dicho sea de paso, se constituyó en nuestro lugar
para pernoctar mientras esperamos la hora del abordaje.
Al hombre le dijo: «Ahora por tu culpa la tierra estará
bajo maldición, pues le hiciste caso a tu esposa y comiste del árbol del que te
prohibí comer. Por eso, mientras tengas vida, te costará mucho trabajo obtener
de la tierra tu alimento. Génesis 3:17 TLA
De los muchos epítetos con que se conoce al territorio
austral, debo confesar que, el de Tierra Maldita no era uno que conociera. El
hilvanar la oración usando ese adjetivo, me hizo sacudir la cabeza pues diría
algo así: “estamos de viaje en la Tierra Maldita”. Llamada así porque
primariamente fue concebida para albergar una prisión civil, en cuyas
condiciones hostiles e inhóspitas, los mismos presos construyeron la cárcel y
el ferrocarril, por lo que se le llamó el Tren de los Presos.
De este territorio escribió, el exiliado italiano, Severino
Di Giovanni, quien fuera preso político y luego fusilado en esos lares
“Ushuaia, la tierra maldita, la cima del infierno, la Siberia argentina,
calvario y sepulcro de nuestros mejores, abierta como una tétrica y hórrida
fosa devorante de carne humana, nos ha lanzado un grito y nos pide una promesa.
¡Ushuaia, carne nuestra nos pide justicia!”. Al pensar en todas las tragedias que sufrimos
en el globo terráqueo hay una similitud descriptiva.
También el periodista Aníbal de Ríe en 1933 la describe así:
“ ¡Todo es hosco, desolado y tremendamente triste!… A la entrada, del lado
izquierdo, se halla la sala de guardia dominando un hall inmenso que hace las
veces de sala de espera, a cuyo fondo una puerta siniestra, defendida por un
enorme cerrojo corredizo, muestra unos gruesos barrotes de hierro, pintados de
negro. ¡Hasta allí la libertad, la vida: un paso más allá, la desolación, ¡la
celda! ¡Nichos fríos como tumbas!” Las
crisis y guerras mundiales haya un paralelo en esta grotesca pintura.
«Tú, Ezequiel, vives entre gente tan rebelde, que hasta
cierra los ojos y se tapa los oídos para no verte ni oírte. Por eso quiero que
salgas de tu casa a plena luz del día, cuando todos puedan verte, y finjas
caminar como si te llevaran preso a otro país. No lleves contigo más de lo que
puedas cargar; llévate solamente lo que se llevaría un prisionero. Esta gente
es muy rebelde, pero espero que entienda el mensaje. »Por la tarde, haz un
hueco en la muralla y pasa por ahí con tu equipaje, como para iniciar tu viaje
al país donde quedarás prisionero. Y por la noche, échate al hombro lo que
lleves en la mano y ponte en marcha. Tápate la cara para no ver el país. De
este modo le darás una lección al pueblo de Israel». Ezequiel 12:2-6 TLA
Nuestro paso por la tierra no es tan diferente, de hecho, a
causa del pecado está bajo maldición y al entender esta situación, podemos
explicar el porque de tantas cosas. Los problemas políticos y económicos que
sufren tanto Argentina cómo mi natal Guatemala y el mundo, son a causa del
pecado principalmente. Somos rebeldes hacia Dios, hemos rechazados sus
principios y valores, imponiendo lo que nos parece más conveniente y
perpetuando la maldición de la creación, la cual aguarda la manifestación de
los hijos de Dios (Romanos 8:19).
Prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la
corrupción, ya que cada uno es esclavo de aquello que lo ha dominado. 2 Pedro
2:19 NVI
Mientras mantengamos nuestra animadversión, alejados de
Dios, estamos condenados a vivir en una prisión, que nos mantiene esclavos de
aquellas cosas que nos dominan, construyendo las vías que nos conducen,
literalmente, al fin del mundo, perpetuando nuestro viaje en una Tierra
Maldita. ¿Qué hacer entonces para escapar de la corrupción? ¿Hay solución y
esperanza?
Mas el Señor tu Dios no quiso escuchar a Balaam, sino que
el Señor tu Dios te cambió la maldición en bendición, porque el Señor tu Dios
te ama. Deuteronomio 23:5 LBLA
Nuestra preocupación encuentra su final, al igual que toda
maldición en la salvación por medio de Jesucristo. Llegar a ser una nueva
creación (2 Corintios 5:17) constituirnos en hijos. ¿Cómo puede un hijo de Dios
estar bajo la maldición? La solución para una tierra maldita es el arrepentimiento
del pecado y creer en Cristo, accediendo así a una vida nueva, convirtiendo la
maldición en bendición.
Cristo nos rescató de la maldición de la Ley al hacerse
maldición por nosotros, pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado de
un madero». Así sucedió para que, por medio de Cristo Jesús, la bendición
prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe recibiéramos
el Espíritu según la promesa. Gálatas 3:13-14 NVI
Fue bajo el mandato de Juan Domingo Perón (Uno de los
presidentes más icónicos de Argentina) que se ordenó el cierre definitivo de la
cárcel de Ushuaia. Luego de diferentes administraciones, finalmente las instalaciones
fueron convertidas, en 1997, en el Museo del Presidio, que continúa
salvaguardando este capítulo tan trágico de la historia fueguina. Hoy, Ushuaia,
es un lugar turístico hermoso, engalanado de tulipanes y dónde gente de toda
lengua y nación, se dan cita para visitar uno de los sitios más increíbles y
mágicos del planeta. El antigua Tren de los presos es ahora una de las
atracciones mundiales más visitadas del planeta.
»Si de un tronco viejo sale un retoño, también de la
familia de David saldrá un nuevo rey. El espíritu de Dios estará sobre él y le
dará sabiduría, inteligencia y prudencia. Será un rey poderoso, y conocerá y
obedecerá a Dios. »No juzgará por las apariencias, ni se guiará por los
rumores, pues su alegría será obedecer a Dios. Defenderá a los pobres y hará
justicia a los indefensos. Castigará a los violentos, y hará morir a los
malvados. Su palabra se convertirá en ley. Siempre hará triunfar la justicia y
la verdad. »Cuando llegue ese día, el lobo y el cordero se llevarán bien, el
tigre y el cabrito descansarán juntos, el ternero y el león crecerán uno junto
al otro y se dejarán guiar por un niño pequeño. La vaca y la osa serán amigas,
sus crías descansarán juntas, y el león y el buey comerán pasto juntos. El niño
jugará con la serpiente y meterá la mano en su nido. En la Jerusalén de aquel
día no habrá nadie que haga daño, porque todos conocerán a Dios, y ese
conocimiento llenará todo el país, así como el agua llena el mar. Isaías 11:1-9
TLA
ORACIÓN:
Padre, aún podemos respirar aliviados porque todas las
crisis mundiales y todo mal desaparecerá un día, aunque parece inverosímil y
utópico, es tu promesa y la cumplirás. Quiero mantener la mirada en la
perspectiva correcta, no poner esperanzas en palabras de hombre, formas
políticas y legislaciones humanistas. Tu eres el único camino para abolir el
mal que nos afecta, tú eres nuestra bendición para experimentar la paz y la
plenitud. Por amor venciste el pecado y la muerte, en ti podemos experimentar
una nueva tierra bendita. Amén.
Ray & Lily
https://www.youtube.com/watch?v=4buMPUpGPB4
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