'Entonces dijo a la multitud: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz cada día y seguirme.' Lucas 9:23 NTV
El aire soplaba
contra la ventana que no poseía vidrios, solo una cortina improvisada de papel Kraft
que yo mismo había fabricado. En la esquina una montaña de ropa de segunda mano
que había llegado como donación. Una alfombra de color corinto cubría la mitad del
suelo en aquella habitación, la misma tenía tres funciones básicas; aula para
enseñanza de los niños en la llamada escuela dominical y los sábados por la
mañana el tiempo de oración de un grupo (en su mayoría hombres) que luego daba
paso al ministerio llamado Pesca Milagrosa que luchaba por rescatar a personas
viviendo en indigencia y con problemas de adicción a sustancias, principalmente
el alcohol.
Las preguntas
pasaban por mi cabeza y entendía que toda mi vida había caminado hasta aquel
instante. Decisión tras decisión me fui encaminando hasta aquel punto. Sin una
sábana para cubrirme, el cansancio constituía el mejor colchón para pernoctar y
resistir la incomodidad. Después de meditar unos minutos, pues no tenía energía
eléctrica, caía presa del sueño cual muerto fulminado por una bala.
'La lámpara de
Dios aún no se había apagado, y Samuel estaba dormido en el tabernáculo cerca
del arca de Dios.' 1 Samuel 3:3 NTV
Aun así, descansaba
con una sonrisa en el rostro, me sentía como el pequeño Samuel quien dormía en
el tabernáculo, lugar donde por primera vez escuchó la voz de Dios. Había perdido todo lo que deseaba, pero había
encontrado todo lo que necesitaba y presente estaba en mi corazón la respuesta
que obtuve cuando le pedí seguirle. Estaba muy consciente que era necesario pasar
por situaciones de escasez y dificultades para acompañarlo en la ruta a mi
restauración.
'Mientras
caminaban, alguien le dijo a Jesús: —Te seguiré a cualquier lugar que vayas.
Jesús le respondió: —Los zorros tienen cuevas donde vivir y los pájaros tienen
nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene ni siquiera un lugar donde recostar la
cabeza.' Lucas 9:57-58 NTV
Esa noche que la
sinusitis me hizo roncar y los dientes me castañeaban cuando el viento lograba atravesar
la cortina de papel, en mi corazón había decidido seguirle sin importar el
precio. Después de haber fracasado en sendas oportunidades intentando construir
una familia, a mi modo, me rendí y le pedí hiciera conmigo como quisiera,
probablemente me tocaría recorrer el camino solo acompañado por su amor y su
presencia, pero me era y aún lo es, suficiente. Nunca imaginé que en ese mismo
salón conocería aquella mujer que Él había llamado con la misma palabra escrita
en el evangelio de Lucas en su capítulo 9.
'Es mejor ser
dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si uno
cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese
sí que está en problemas. Del mismo modo, si dos personas se recuestan juntas,
pueden brindarse calor mutuamente; pero ¿cómo hace uno solo para entrar en
calor?' Eclesiastés 4:9-11 NTV
Tan distintos el
uno del otro, en temperamento, forma y carácter, fuimos alineados por la pasión
de seguir a aquel que había dado su vida por nosotros, dándole sentido a las
nuestras y dándonos mucho más de lo que pudiéramos haber imaginado. Seis hijos
maravillosos son el primer legado que nos dejó y aún soñamos el día en que
trabajaremos todos juntos en un proyecto en común; a eso podemos sumarle tantos
sueños nacidos de su propio corazón. Tenemos un relato de aventuras y desafíos,
fracasos y victorias, en resumen, tenemos una historia con Él.
JESUS LLORA
POR JERUSALEN
Hoy, sentado en
el comedor de nuestra sencilla pero hermosa casa, la que poco a poco hemos
construido, damos gracias porque tenemos mucho más de lo que podemos imaginar. Es
cierto que vivimos en un barrio marginal y marcado como zona roja, pero con más
comodidades que la mayoría de la población del mundo. Un hogar que Él mismo ha
edificado y que llena con su presencia.
Sentado frente al
ordenador, que también es fruto de su provisión, esperaba las palabras que me
dictaría para el devocional que escribimos cada semana, pero no las había, solo
un sentimiento profundo y un deseo de llorar. Pude percibir lo que sentía en
este momento cuando en Guatemala la paz es amenazada e Israel vuelve a estar en
medio de un gran conflicto bélico.
'Al acercarse
a Jerusalén, Jesús vio la ciudad delante de él y comenzó a llorar, diciendo:
«¡Cómo quisiera que hoy tú, entre todos los pueblos, entendieras el camino de
la paz! Pero ahora es demasiado tarde, y la paz está oculta a tus ojos. No
pasará mucho tiempo antes de que tus enemigos construyan murallas que te rodeen
y te encierren por todos lados. Te aplastarán contra el suelo, y a tus hijos
contigo. Tus enemigos no dejarán una sola piedra en su lugar, porque no
reconociste cuando Dios te visitó ».' Lucas 19:41-44 NTV
ORACIÓN:
Jesús, nos acercamos
a ti convencidos de tu amor y tu bondad, con lagrimas en los ojos rogamos por
Israel y Guatemala, para que nuestros corazones se vuelvan a ti y podamos
experimentar la paz que solo tu puedes dar. También pedimos que renueves
nuestro entendimiento, te damos espacio en nuestras vidas para que hagas como
quieras y alinees nuestras vidas a tu perfecta voluntad. Nos rendimos delante
de ti. Amén.
Ray & Lily
No hay comentarios:
Publicar un comentario