ENTRE PINTURAS Y ESCULTURAS

'Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada momento oportuno. Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno.' Colosenses 4:5-6 NVI

 

De tiempo en tiempo, pasaba por la galería de arte, donde por muchos años trabajé. Mi hermano Juan Carlos aún laboraba allí. Dicho sea de paso, ha sido el mejor compañero de trabajo que he tenido, práctico inteligente y prolijo. Disfrutaba de la compañía de estos entrañables amigos y, a decir verdad, extrañaba mi faceta de conocedor y crítico de arte.

 

Los chistes con lenguaje soez y en doble sentido eran la sopa del día en aquel lugar. El plato fuerte se presentaba en forma de conversaciones con albures y alusiones a temas sexuales, de las cuales, en mis tiempos de incredulidad, casi siempre ponía el postre, o como se dice popularmente, la guinda al pastel, con comentarios mordaces y obscenos.

 

El recuerdo de las carcajadas en medio de quesos y vinos las tardes de los viernes, o los cócteles de apertura donde disfrazado de intelectual daba rienda suelta a mi elocuente pensamiento morboso e impúdico. Sólo necesitaba un pequeño empujón para caer de nuevo en el abismo.

 

Esa mañana fue diferente, aunque me sentí tentado a engancharme en el tren que conducía a mi vieja vida, El Espíritu Santo me objetó y condujo la conversación en otro sentido. Mi amigo Carlos, un hombre alto, fornido y de voz fuerte, me dijo: ¡Algo pasó en vos!, y añadió: no es posible que el cambió sea tan drástico.

 

No puedo negar el afecto profundo y gratitud que tengo por esas amistades que me acompañaran en aquellos tiempos, aprendí tanto de ellos y fui beneficiado por su cariño sincero. Debo decir con franqueza que muchas veces los extraño, aunque no añoro mi comportamiento, más bien, desearía viajar en el tiempo y poder amarlos de una mejor manera.

 

'Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. ' Romanos 5:8 NVI

 

En ningún momento estoy pretendiendo ser el súper santo incapaz de sentarse a la mesa con viles pecadores, de los cuales yo soy el peor (1 Timoteo 1:5) más bien quisiera poder abrazarles con la misma gentileza y empatía que Jesús me recibió a mí, tal cual era, sin condiciones.

 

Era la costumbre de Jesús, sentarse con los parias de la sociedad y mostrarles un camino más excelente, el camino del amor. Esa ruta que conduce a encontrarnos con nuestra verdadera identidad y todos los valores que fueron depositados en nuestra persona; el propósito de nuestra existencia, además de descubrir lo especial y únicos que somos cada cual.

 

'¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería?». —El primero —contestaron ellos. Jesús dijo: —Les aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas van delante de ustedes en el reino de Dios.' Mateo 21:31 NVI

 

Aún se me salen algunos disparates, aún lucho por ser aceptado y participar de conversaciones ociosas, pero veo la luz y el avance. Se que no me puedo descuidar y debo estar alerta, debo ser intencional en buscar e identificar las oportunidades de mostrar la obra redentora de Cristo en mí. No soy perfecto desde ninguna perspectiva, pero descubrí esa faceta de Dios como padre, que haya deleite en amarme.

 

'¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su heredad? No estarás airado para siempre, porque tu mayor placer es amar. ' Miqueas 7:18 NVI

 

Estoy comenzando a ser luz en medio de la oscuridad, transportando el mensaje de transformación a otros. Sigo en el proceso, pero la esperanza va cobrando forma, el fruto comienza a germinar y ya es notorio para otros. Sé que el precio puede ser dejar por un tiempo algunas amistades, pero vale la pena, a cambio de conocer a aquel que me llamó de las tinieblas a su luz admirable, y de experimentar su poder transformador en mi vida.

 

'Vuelve a compadecerte de nosotros. Pon tu pie sobre nuestras maldades y arroja al fondo del mar todos nuestros pecados.' Miqueas 7:19 NVI

 

ORACIÓN:

Señor, sé que, en mí es decir en mi naturaleza no está hacer el bien, dependo de ti para lograr la transformación completa de mi vida. Te necesito, Espíritu Santo, para hablar las palabras que convienen y así mostrar una forma diferente de vivir a aquellos que compartieron en mis épocas de desenfreno e ignorancia. Haz que esos tiempos entre ellos, sean oportunidades de borrar tanto mal que les causé con mis palabras, aun cuando ellos no lo entiendan. Permíteme expresar tu amor, sin juzgar, ni señalar, más bien abrazando a la humanidad y mostrando tu gracia sin igual.   Amén.

Ray & Lily

https://www.youtube.com/watch?v=6xskwG2ikJI

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