'Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.' Santiago 5:17-18 RVR 1960
Es la
quincuagésima vez que corro al sanitario, ya son varios días que estoy así. No
suelo enfermarme mucho y menos por tanto tiempo, generalmente me repongo con
facilidad; creo que he llegado a jactarme de eso. La fragilidad del ser humano
es algo de lo que no estamos conscientes sino cuando enfermamos (al menos mi
persona), aunque no me imposibilitó el desarrollar las actividades cotidianas,
sí le quitó el disfrute. Mi pasión por la comida me puso en jaque.
'Mas el hombre,
en su vanagloria, no permanecerá; es como las bestias que perecen.' Salmo 49:12
LBLA
Infección
intestinal fue el diagnóstico, al que le siguió un recetario extenso de
medicamentos, cuya provisión vino de la generosidad de un amigo. Al ver la
primera toma puesta sobre la palma de mi mano, parecía un cóctel de
estupefacientes listos para cortarme la vida. De a pocos fueron mermando hasta
quedarme con una sola dosis matutina. Así también mi organismo ha ido
recuperando la normalidad y el buen humor también.
'Jesús
continuó: «Seguramente ustedes me van a citar el proverbio: “¡Médico, cúrate a
ti mismo! Haz aquí en tu tierra lo que hemos oído que hiciste en Capernaúm”.' Lucas
4:23 NVI
Esos días me
hicieron pensar sobre Jesús, que como hombre padeció cansancio, hambre, sed,
frío calor. ¿Será que acaso padeció una enfermedad? Entonces fui a la fuente y
hasta el momento no he encontrado un pasaje que literalmente lo exprese. Tengo
mis inferencias, pero nada que pueda sustentar bíblicamente. Lo que sí es
innegable es el poder y la autoridad con que trató este tema y el registro tan
grande que existe sobre las sanidades provocadas por Él. ¿Y que tal sobre la
muerte?
EN CUYA
PRESENCIA ESTOY
No es casualidad
que en el pasaje de Lucas 4, en el cual se le demanda a Jesús demostrar su
poder, la respuesta que les da cita a Elías, quien es conocido por las
manifestaciones de la gloria de Dios que fueron realizadas por medio de su
persona. Luego Santiago en su epístola universal hace un énfasis sobre la
humanidad de éste y el poder que sus oraciones podían originar. Pese a ella (su
humanidad) Dios se manifestó, ya que Elías se apartó de las pasiones que habían
traído muerte a Israel, pues se habían apartado de Dios y rendían culto a otros
ídolos.
En algunas
ocasiones he tenido el privilegio de ver sanar personas de alguna dolencia,
esto ha incluido hombros regenerados, piernas alargadas, dolores abdominales
eliminados, tobillos fortalecidos. En otras tantas oportunidades luego de la
oración las personas han expirado, si no instantáneamente, al pasar unos días.
Entonces, a que
se debe la diferencia y cual es la clave en estas situaciones. También me
pregunto porque Jesús no sanó a todos los enfermos o resolvió todas las
circunstancias desfavorables que le tocó experimentar en su paso por este
mundo. ¿Por qué no se liberó del poder que lo llevó a la cruz? Porque servía a
un único Dios y a Él se rindió. La fama, el éxito, esposa, hijos, familia,
negocio, carrera y en la mayoría de los casos, yo mismo, son los impedimentos
de vivir en la presencia de Dios.
'A la hora del
sacrificio vespertino, el profeta Elías dio un paso adelante y oró así: «Señor,
Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que todos sepan hoy que tú eres Dios en
Israel y que yo soy tu siervo y he hecho todo esto en obediencia a tu palabra.
¡Respóndeme, Señor, respóndeme, para que esta gente reconozca que tú, Señor,
¡eres Dios y estás haciendo que su corazón se vuelva a ti!».' 1 Reyes 18:36-37
NVI
Uno de los
portentos más renombrados de Elías, fue su enfrentamiento conta los 450
profetas de Baal, dios cananeo-fenicio de la lluvia y la fertilidad. El desafío
era que el verdadero Dios hiciera descender fuego del cielo y consumiera el holocausto
preparado por ambas partes. Luego de esperar durante todo el día los
contrincantes del Profeta fracasaron, y éste en su oración incluye la frase
“…soy tu siervo y he hecho todo esto en obediencia a tu palabra” y termina
diciendo la razón principal de aquel acto “, eres Dios y estás haciendo que su
corazón se vuelva a ti”.
'Entonces
quitaron la piedra. Jesús, alzando la vista, dijo: —Padre, te doy gracias
porque me has escuchado. Ya sabía yo que siempre me escuchas, pero lo dije por
la gente que está aquí presente, para que crean que tú me enviaste.' Juan
11:41-42 NVI
La motivación y
la razón por la que hago las cosas son determinantes en el caminar con Cristo.
Puede que muchas veces haya querido demostrar que Dios está conmigo y tener la aprobación
de mis detractores o de aquellos que dudan si la fe que profeso es real o
fingida. Jesús nunca respondió a las demandas para demostrar su poder, siempre,
invariablemente, respondió a la voz de su Padre.
Tanto Jesús, como
Eliseo, hicieron milagros, resucitaron muertos y manifestaron la Gloria de
Dios. La muerte no los venció: El segundo fue llevado en carro con caballos de
fuego y el primero resucitó al tercer día, dejando la tumba vacía. Ambos
obedecieron fielmente la palabra de Dios, lo cual significa vivir en su
presencia, llevando a todos lados, su carácter, valores, principios, voluntad y
gloria.
'Cuando Jesús
oyó esto, dijo: «Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que es para la
gloria de Dios, para que por ella el Hijo de Dios sea glorificado».' Juan 11:4
NVI
ORACIÓN:
Señor y Dios
nuestro, cuantas veces he tratado de llevarme tu gloria, hacer uso de tu poder
para quedar bien parado delante de otros. Quiero que mi motivación primaria
seas Tú y tu palabra cumplida en mí y a través de mí. Es mi deseo apartarme de
todas aquellas pasiones que me matan y alejan de ti. Anhelo estar en tu
presencia y verte manifestado al mundo, para que nuestros corazones se vuelvan
a ti, el creador y dador de la vida. Amén.
Ray & Lily
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