¿QUIEN ME GOBERNARÁ?

'Le dijeron: «Tú has envejecido ya, y tus hijos no siguen tu ejemplo. Mejor danos un rey que nos gobierne, como lo tienen todas las naciones».' 1 Samuel 8:5 NVI

 

Huele a tierra mojada, la humedad tiene copado el ambiente, aunque tardó un poco este año, la época lluviosa se dejó venir. Aves sacudiéndose del agua y graznando cómo alarma matutina; niños chapoteando por las calles y los reflejos de nuestra irregular arquitectura en las pequeñas pozas de agua que se forman sobre el pavimento. Así amaneció nuestro país a la espera de los más de 9 millones de guatemaltecos habilitados para elegir autoridades para los próximos cuatro años.

 

El clima que gobierna el ambiente no es el lluvioso, más bien la incertidumbre y la desconfianza. Además del hartazgo por la corrupción, que detiene el desarrollo de un país de 17,6 millones de habitantes, de los cuales el 60% vive en la pobreza. La sospecha de falta de integridad de las instituciones a cargo del proceso electoral también es un rumor que corre por el aire. A donde quiera que volteemos a ver hay caras de apatía y desánimo. Está comprobado que las promesas electorales se diluyen con facilidad al momento de asumir el rol de gobernar un territorio, dividido por su diversidad cultural y en los últimos años dividido por los discursos políticos.

 

'pero el Señor dijo: «Hazle caso al pueblo en todo lo que te diga. En realidad, no te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos.' 1 Samuel 8:7 NVI

 

En medio de todo este jolgorio y parafernalia me permito hacer una radiografía a mi corazón, y cuestiono qué realmente está dominando mi forma de pensar y por ende de actuar. Qué realmente gobierna en mi interior, cuales son los principios y valores que dan forma a mis respuestas diarias. Quien realmente me gobierna y a mis actos. Hago memoria y pienso en épocas en las que viví regido por la culpa y la vergüenza.

 

'Más vale ser paciente que valiente; más vale el dominio propio que conquistar ciudades.' Proverbios 16:32 NVI

 

Al conducir en las horas pico de tránsito citadino podemos observar que cosas nos gobiernan. Puede que sea la impaciencia, o la ira. Aquello que toma control de nosotros se vuelve en nuestro amo y señor y comienza a tomar control de nuestras decisiones y actos. Finalmente tomará control de todo nuestro ser determinando nuestra conducta y forma de vida. Puede que haya rechazado a Dios en esa área de mi vida y escogí otro gobernante.

La corrupción anda rampante viendo a quien seduce, tan antigua como la vida misma, se desliza por las calles, está al asecho en las avenidas y se cuela por las puertas de los despachos. Debo preguntarme si acaso no ha encontrado un albergue seguro dentro de mis pensamientos, puede que esté alojada en lo más profundo de mi corazón, que le haya dado cabida y solo esté esperando una oportunidad para manifestarse o interactuar con otra alma que haya sido presa de sus encantos.

 

'Solo el que camina con justicia y habla con rectitud, el que rechaza la ganancia de la extorsión y se sacude las manos para no aceptar soborno, el que no presta oído a las conjuras de asesinato y cierra los ojos para no contemplar el mal. Ese morará en las alturas; tendrá como refugio una fortaleza de rocas, se le proveerá de pan y no le faltará el agua.' Isaías 33:15-16 NVI

 

Quien dejaré que rija en mi casa de aquí en adelante: la prepotencia, el autoritarismo. Abdicaré del llamado a considerar mi matrimonio y familia como una causa digna por la cual entregar mi vida (efesios 5). O gobernará la apatía y delegaré el rol sentado desde mi sofá con el mando a distancia controlando el televisor, que se convertirá en mi mentor y consejero, poniendo en pausa aún a mi cerebro, cediéndole ese gobierno también.

 

'Pronunciando discursos arrogantes y sin sentido, seducen con los deseos naturales desenfrenados a quienes apenas comienzan a apartarse de los que viven en el error. Prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción, ya que cada uno es esclavo de aquello que lo ha dominado.' 2 Pedro 2:18-19 NVI

 

Hay tantas cosas que luchan dentro de mí para hacerse con el poder. El pasado pecaminoso y de malas decisiones también quiere hacerse con el título de mi gobernante. Que decir del orgullo y la arrogancia que ya han tenido puestos de preminencia en mi actuar.  También hay candidatos con propuestas tan atractivas que pueden hacerme dudar. La avaricia y la lujuria tienen buenos argumentos basados desde el hedonismo y su convincente discurso.

 

La decisión de elegir un presidente, alcalde y diputados que tengo hoy como responsabilidad ciudadana, no es mayor al compromiso que tengo para definir quien o que me gobierna personalmente. Para los que nos decimos seguidores de Jesús el desafío es mayor. Será realmente El Cristo nuestro Señor y Dios. Realmente es nuestro Rey o solo es una frase trillada de nuestra religiosidad para hacernos sentir mejor. Será que el amor es el vínculo perfecto por el cual nos relacionamos y tomamos decisiones. ¿Gobierna Dios y sus principios en nuestras vidas?

 

'Cuando llegaron, Samuel se fijó en Eliab y pensó: «Sin duda que este es el ungido del Señor». Pero el Señor dijo a Samuel: —No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón. '1 Samuel 16:6-7 NVI

 

En el primer libro de Samuel se narra cómo el pueblo de Israel desechó a Dios de su reinado y quiso tener un rey como las otras naciones. Sufrieron las consecuencias y fueron reflejados sus mismos corazones en aquel hombre que los gobernó. Luego el mismo Samuel fue enviado para escoger un nuevo rey, basado en su experiencia se fijó en Eliab quien físicamente era bastante parecido al anterior, pero Dios lo increpó acerca de su superficialidad y lo exhortó a ver más profundo, lo invitó a ver su corazón.

 

'Recuerda que durante cuarenta años el Señor tu Dios te llevó por todo el camino del desierto, para humillarte y ponerte a prueba. Así llegaría a conocer lo que había en tu corazón y vería si cumplirías o no sus mandamientos.' Deuteronomio 8:2 NVI

 

Los años de desierto en mi vida me enseñaron a ver en mi corazón y que cosas estaban influenciando. Porque lo que allí guardo y atesoro determina el curso de mi existencia. Preguntar a Dios mismo que hay ahí dentro y que hay en el corazón de nuestros candidatos es un buen ejercicio. No sea que necesitemos caminar otros cuatro años en el desierto para descubrir quién realmente nos gobierna. O será que hemos rechazado a Dios de nuestras vidas y estemos viviendo las consecuencias.

 

'pero el Señor dijo: «Hazle caso al pueblo en todo lo que te diga. En realidad, no te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos. Te están tratando del mismo modo que me han tratado a mí desde el día en que los saqué de Egipto hasta hoy. Me han abandonado para servir a otros dioses. Así que hazles caso, pero adviérteles claramente cómo el rey los tratará».' 1 Samuel 8:7-9 NVI

 

ORACIÓN:

Padre, cuan claro eres acerca de las consecuencias de abandonarte a ti y tus principios. Muchos de los males que nos aquejan son consecuencia de la decisión de sacarte de nuestras vidas. Aunque religiosamente y de labios te decimos nuestro Dios, en nuestro corazón hemos albergado otros dioses dándote la espalda. Hoy rogamos por nuestro país, para que un gobernante, conforme tu corazón llegue al poder. Pero sobre todo te pedimos que seas el Rey de nuestro corazón. Amén.

 

Ray & Lily

https://www.youtube.com/watch?v=uVB-4tckfLE

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