NADIE MUERE EN LA VÍSPERA

'Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.' Salmo 139:16 NVI

 

Puedo imaginármelo atando sus tenis, moviendo la cabeza de un lado al otro para estirar el cuello, provocando un chasquido en las cervicales. Excitación en su corazón y adrenalina recorriendo su cuerpo. No era la primera vez que participaba en una carrera o hacía deporte, más bien era conocido por ser un promotor de practicarlo. Incluso era el dirigente de uno de los clubes de fútbol más conocidos de Guatemala.

 

Nunca imaginó lo que sucedería esa mañana de domingo en las calles de la ciudad de Cobán, en la emblemática media maratón que allí se celebra cada año.  Los titulares de los diarios de la siguiente mañana vestían de luto el deporte nacional por el deceso de Eri Reyes, quien participaba de la Media Maratón de Cobán y durante el recorrido se desvaneció, por lo que fue atendido por los cuerpos de socorro, sin embargo, ya no se pudo restablecer.

 

'Él conoce de qué hemos sido formados; recuerda que somos polvo. El hombre es como la hierba, sus días florecen como la flor del campo: cuando el viento pasa desaparece sin dejar rastro alguno.' Salmo 103:14-16 NVI

 

Esta semana abundaron las noticias de muertes repentinas, la primera fue esta; luego, en la misma justa, otra persona de quien no tengo el nombre. Al día siguiente, en una convención de médicos, muere súbitamente, tras ahogarse con un bocado, un destacado empresario. Pese a ser auxiliado por un grupo de galenos, que incluso le practicaron una traqueostomía, nada se pudo hacer para preservar su vida.

 

'Cantan con pandero y arpa, y al son de la flauta se regocijan. Pasan sus días en prosperidad, y de repente descienden al Seol.' Job 21:12-13 LBL

 

El miércoles fuimos a visitar a nuestra querida amiga Adriana, a solicitud de sus familiares, pues las expectativas de vida habían disminuido considerablemente, luego de una aguerrida lucha contra el cáncer, en diferentes etapas y épocas, siendo esta última la más encarnizada. A la mañana siguiente, recibimos la noticia del fallecimiento del padre de unos grandes amigos, a causa de un infarto. Por lo que deben emprender el viaje de doscientos cincuenta kilómetros para atender la situación, hasta el departamento de San Marcos.

 

Todo esto me hacía meditar sobre la improbabilidad de poder contar nuestros días y de poder pronosticar el día que nos separemos de nuestro cuerpo.  En algunos casos podemos intuir, debido a la situación, pero nunca con exactitud. Como se dice comúnmente, no tenemos la vida comprada, y no podemos dar por sentado que deberíamos estar vivos el día de hoy.

 

¿Qué es la muerte?

Esta mañana, durante una reunión de capacitación, platicando con mi amigo Jean Paiva, me leía un documento de su autoría donde la define la muerte de esta forma “Es una cortina que separa de lo temporal de lo trascendente”. Me pareció una forma muy poética y acertada para definirla, pues deja entrever que solo es el inicio de algo más grande.

 

'Sin embargo, Dios lo hizo todo hermoso para el momento apropiado. Él sembró la eternidad en el corazón humano, pero aun así el ser humano no puede comprender todo el alcance de lo que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin.' Eclesiastés 3:11 NTV

 

En definitiva, la muerte es separación, se dividen espíritu, alma y cuerpo, pero en Jesús está la esperanza de volver a reunirnos en la eternidad si acaso creímos en su mensaje. El no hacerlo devendrá en muerte eterna, es decir, separación de Dios por la perpetuidad. Es solo un paso que debemos dar hacia el lugar que hemos decidido, pues todos tenemos eternidad, para bien, o para mal.

 

'Sin embargo, como está escrito: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ningún corazón ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman».' 1 Corintios 2:9 NVI

 

Esto sucedió mientras recibíamos la noticia del deceso de Adriana. Su madre estaba en la reunión y fue mi amada la encargada de darle la noticia. En medio de la confusión y conmoción que el informé ocasionó, había paz y alegría por la forma de vida que ella modeló, sobre todo en sus últimos días, recibiendo en su casa personas para enseñarles la palabra, exhortándolas, inspirándolas y sobre todo amándolas. Son incontables las ocasiones y personas quienes le visitamos para animarle y salimos fortalecidos por su actitud, corazón y fe.

 

'Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. Para esto mismo murió Cristo y volvió a vivir, para ser Señor tanto de los que han muerto como de los que aún viven. ' Romanos 14:8-9 NVI

 

De las otras personas no puedo decirlo con certeza, pero en el caso de Adriana, sé que ella corrió una carrera con paciencia, luchó una batalla y llegó al final, que realmente marca el inicio de una nueva etapa. Su vida, después de encontrarse con Jesús, fue un derroche de amor y misericordia. Queda un legado en su familia, la determinación con que terminó, el pique final para alcanzar la meta, marcan la ruta a seguir y modelan una vida con fe a la siguiente generación.

 

'Yo, por mi parte, ya estoy a punto de ser ofrecido como un sacrificio, y el tiempo de mi partida ha llegado. He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe. Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me otorgará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida.' 2 Timoteo 4:6-8 NVI

 

La confianza que alberga mi corazón se sustenta en la omnisciencia de Dios, como lo expresa el salmo 139, me conoció desde el vientre y todos mis días estaban señalados sin que faltara uno de ellos. Me queda vivir un día a la vez y disfrutar un momento a la vez, como si fuera a morir esta noche, con toda la libertad que Jesús compró para mí.

 

'Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto. Todo el que vive en mí y cree en mí jamás morirá. ¿Lo crees, Marta? ' Juan 11:25-26 NTV

 

ORACIÓN:

Padre, no sé cuántos días me quedan en este planeta, lo que sí sé es que quiero vivirlos pegado a ti, hacer la obra que me corresponde hacer, llevando tus buenas de salvación a todo aquel que las necesite. La esperanza de una vida futura en ti es una promesa hermosa, no me la quiero quedar solo para mí, dame la fuerza y el valor de llevar esta verdad a donde se necesite y ser razonablemente feliz en esta vida, porque seguro lo seré en la eternidad contigo. Amén.

 

Ray & Lily

https://www.youtube.com/watch?v=opZ5bF5UV3g

 

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