TAN CERCA Y TAN LEJOS

'Inclina mi corazón hacia tus mandatos y no hacia las ganancias deshonestas. Aparta mi vista de cosas vanas, preserva mi vida en tu camino.' Salmo 119:36-37 NVI

 

Amaneció frío, como casi toda la semana, eso me hace buscar en el perchero algo que me abrigue un poco. Mientras asciendo desde la habitación hasta el comedor de nuestra casa, los pies se convierten en los receptáculos de la temperatura. Un escalofrío me hace sacudir todo el cuerpo y termino haciendo un sonido extraño, parecido al de los equinos, mientras resoplo apretando los labios.

 

Investigo un poco acerca del perihelio y afelio, que son los puntos, más cercano y lejano, de la órbita de un cuerpo celeste alrededor del Sol. Quiero saber si esto afecta de alguna manera el cambio de temperatura en nuestro hemisferio. Resulta que la distancia de la tierra con el astro rey no es el factor más determinante en las variaciones de la temperatura, más bien es la inclinación del planeta lo que afecta directamente estos cambios.

 

'Mientras estaban sentados a la mesa comiendo, dijo: —Les aseguro que uno de ustedes, que está comiendo conmigo, me va a traicionar. Ellos se pusieron tristes y uno tras otro empezaron a preguntarle: —¿Acaso seré yo? —Es uno de los doce —contestó—, uno que moja el pan conmigo en el plato.' Marcos 14:18-20 NVI

 

Mi fe se ha enfriado en mas de una ocasión, a pesar de invertir tiempo en las escrituras e insistir en la oración; participar de asambleas en las que se adora a Dios y hacer la obra que se me ha encomendado. Mi apariencia de piedad y cercanía con su iglesia no son el factor determinante en el descenso de mi termómetro espiritual.

 

Debo pensar hacia donde se inclina mi corazón, no sea que mi caso se vuelva semejante al de Judas Iscariote quien caminó tan cerca de Jesús y se acercó tanto a él, al punto de besarlo en la mejía, como señal para entregarlo. Y que decir de Pilatos quien no encontró falta en Jesús y tres veces lo declaró inocente, incluso con la advertencia de su esposa quien por sueños llegó a entender que era un santo, aún así lo entregó para su muerte.

 

'Mientras Pilato estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió el siguiente recado: «No te metas con ese justo, pues, por causa de él, hoy he sufrido mucho en un sueño».' Mateo 27:19 NVI

Echado boca arriba, sobre la grama del jardín, observo la bóveda azul que hoy se encuentra despejada, se interponen entre nosotros el intrincado ramaje de un pino y su sombra proyectándose sobre mí. Los piñones envejecidos comparten las puntas de las ramas con los tiernos y verdes, que van desplazando a los anteriores. Debe ser por ellos que las ardillas andan olisqueando por ahí en busca de su banquete conífero.

 

'Me explico: lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado. Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa.' Romanos 1:19-20

 

Vuelvo enfocarme en el firmamento, mientras la suave brisa hace trepidar mi cuerpo, logro ver los azacuanes volando en círculos, están planeando a gran altura. Esto me evoca recuerdos de infancia, cuando solía pasar tiempo así, solo observando, inmóvil, fingiendo mi muerte para ver si acaso se acercarían a verificar si era un cadáver. Suspiro y vuelvo en mí, fueron solo unos instantes, pero encontré unos minutos de paz y asombro. Soy consciente de mi pequeñez y su grandeza

 

'me pregunto: «¿Qué es el hombre para que en él pienses? ¿Qué es el hijo del hombre para que lo tomes en cuenta?».' Salmo 8:4 NVI

 

'¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, Y para que pongas sobre él tu corazón,' Job 7:17 NVI

 

Me vuelve el alma al cuerpo y también la temperatura de mi fe se acrecienta. Se movió el eje de mi corazón, se inclina hacia su creador y busca el abrazo de un padre paciente y justo. Me dejo caer en sus brazos y el cielo gobierna e inunda mi mente. El amor ha encendido el fuego y la pasión hierve cual caldera de vapor.

 

La temporada de enfriamiento espiritual es precedida por el aumento del pecado y disminución de la obediencia en aquellos que profesamos ser cristianos. Aunque todos pecamos debemos traer a Jesús nuestro arrepentimiento y confesión, por medio de los cuales encontramos oportuno socorro y perdón.

 

'Tus mandatos son mi herencia permanente; son la alegría de mi corazón. Inclino mi corazón a cumplir tus estatutos para siempre y hasta el fin.' Salmo 119:111-112 NVI

 

ORACIÓN:

Padre, te damos gracias por tu provisión de amor en Cristo Jesús, quien es nuestro sol de justicia, queremos permanecer en órbita alrededor e inclinados hacia ti, para mantener la calidez de tu amor ardiendo dentro. Quiero estar cerca, adherido a tu fidelidad. Amén.

 

Ray & Lily

 

https://www.youtube.com/watch?v=2HwgXcPaFm8&list=RDGMEMMib4QpREwENw3_jAc0YgNwVM2HwgXcPaFm8&start_radio=1

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