BODAS DE MADERA

' —Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos —le respondió Jesús—, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza. ' Mateo 8:20

 

Muy entusiasta me levanto, ya estaba decidido, saldríamos muy temprano en busca de la aventura. La celebración de nuestras nupcias llega ya a cinco años. Tenemos varios destinos en mente y un fin de semana largo por delante. Terminamos de alistar nuestro equipaje, mi esposa está un poco indispuesta y le es necesario tomar algo para aliviarse.

 

Hay un par de paradas técnicas que realizar y son estas la que determinan la ruta a tomar. El Sur. La visita a mis hermanas es fugaz, nos alegramos al saber que la menor de ellas se está recuperando satisfactoriamente de una convalecencia. Compartimos algunos alimentos, sonrisas y expresamos nuestra premura de partir, para llegar en tiempo a nuestra próxima estación.

 

Aún conversábamos cuando el teléfono suena, la llamada comunica la muerte del pariente a quien debíamos pasar saludando. La dirección del viaje continúa siendo la misma, el plan cambió. Nuestra celebración nos llevará a un funeral, pero recordamos nuestra oración matutina; en esta expresamos nuestro deseo de ser guiados a dónde más convenga y las palabras de Mateo 8:20 vienen a nuestra memoria “Las aves tienen nidos, las zorras madrigueras, pero el hijo del hombre no tiene dónde recostar su cabeza.

 

'Por la mañana, cuando a Nabal ya se le había pasado la borrachera, su esposa le contó lo sucedido. Al oírlo, Nabal sufrió un ataque al corazón y quedó paralizado. Unos diez días después, el Señor hirió a Nabal, y así murió. ' 1 Samuel 25:37-38

 

El clima muta intempestivamente en la ruta, la tarde soleada quedó atrás y una violenta tormenta nos hace disminuir la velocidad del rodar en la carretera. Esto nos recuerda que los cambios son algo constante y debemos estar preparados y adaptarnos para hacerles frente. Así llega muchas veces la muerte.

 

La vegetación es basta y un espeso verdor flanquea nuestro paso en ambos lados; por momentos la alameda nos cubre y el cielo se torna esmeralda. Cerca del destino la tormenta pasa y un calor abrazador comienza a apoderarse de nuestros cuerpos. Ya hace unos minutos que bajamos las ventanas del vehículo, pues ya nos cansamos del aire acondicionado.  El viento tibio, perfumado de melaza, muy típico de “La costa”. Hay una complicidad en el cruce de nuestras miradas, que se da de tiempo en tiempo. Sabemos quién está a cargo del viaje y descansamos en su guía.

 

Nuestros cuerpos transpiran y el sudor escurre por todas partes, aun así, nos hacen saber que no está tan caliente, como de costumbre. Los familiares dolientes se encuentran atareados y con diligencia organizan todos los asuntos que competen a la vela del interfecto. Algunos rostros me son conocidos, aunque descontextualizados. Nuevas caras me son introducidas y me siento bienvenido. La familia de mi esposa tiene la particularidad de acoger a la gente.

 

'No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos. Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. ' Juan 17:20-21

 

Diferentes congregaciones y formas de culto convergen en el lugar. Quien dirige la asamblea expresa -Somos una comunidad y nos apoyamos mutuamente-. Un desfile de trovadores eleva cánticos que exaltan el nombre de Dios. Sus voces no son muy cultivadas pero la devoción es manifiesta. El músico en el teclado hace el trabajo de acompañarlos con unos cuantos compases. No es precisamente un concierto sinfónico, pero se nota el amor de una colectividad solidaria.

 

El féretro yace a un costado, pocos se enfocan el ello. En medio del dolor hay una celebración de esperanza futura. Una certeza flota en el ambiente y es el destino del alma de Fito (cómo cariñosamente le llamaban). En mi interior algunas palabras resuenan y versos bíblicos vienen para confirmar lo que se percibe en la atmósfera.

 

'Dios, que muchas veces y de varias maneras habló a nuestros antepasados en otras épocas por medio de los profetas, en estos días finales nos ha hablado por medio de su Hijo. A este lo designó heredero de todo, y por medio de él hizo el universo. ' Hebreos 1:1-2

 

No tenemos vestimentas apropiadas para la ocasión, pantalones cortos y sandalias propios de una salida veraniega. Aunque nuestros atuendos no corresponden, tratamos de que nuestro corazón esté alineado y ser empáticos con los sentimientos y emociones propias del acontecimiento. La enfermedad que lo hizo sucumbir tardó años en vencerlo. Conocí al difunto una tarde en la casa de su hermana Élida, coincidentemente, hace cinco años y recién casados. Oramos ese día por su salud y el decidió darle espacio en su vida a Jesús. Escuchó su voz.

 

Sus últimos días los pasó meditando en las escrituras, no tuvo tiempo de hacer muchas obras, pero su recompensa es la misma: Vida eterna, por gracia. Hay dolor, tristeza, preguntas. Nosotros aún no sabemos muy bien la razón de nuestra llegada. Hay oportunidad de pasar y cantar si así lo deseamos, pero esa no es una de nuestras virtudes. Decido tomar un baño y cubierto tras una cortina consigo un poco de privacidad. Aún mi cabeza salta por encima y mientras me ducho con la palangana en mano, puedo observar la muchedumbre de acompañantes en la velada.

 

'Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. ' Juan 10:27-28

 

Pararon la cantata y hay un tiempo para compartir en el que ningún familiar se apresura a tomar. Mi esposa, osada cómo es, se adelanta para hacerme tiempo mientras termino de secarme y vestir. Hay palabras que están en mi corazón y ella no quiere que pierda la ocasión. Aún me escurre el agua en los cabellos y dispongo mi vida para darle esperanza a los dolientes.

 

CONTINUARÁ…

 

ORACIÓN:

Padre, cuando disponemos nuestras vidas para seguir tu voluntad, siempre puedes sorprendernos y cambiar la estrategia. Necesito estar pegado a ti, atento a tus instrucciones y confiado que tu harás que todas las cosas obren para bien, aunque estas no sean buenas. Gracias por tu guía que me acompaña día con día, por medio de tu Espíritu Santo. Quiero ser sensible y obediente a tu voz. Amén.

 

Ray & Lily

 

https://www.youtube.com/watch?v=UaBSgZSB2kQ

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