'Por lo tanto, acéptense unos a otros, tal como Cristo los aceptó a ustedes, para que Dios reciba la gloria. ' Romanos 15:7
El mundo del arte
guatemalteco fue un descubrimiento emocionante a mis 16 años. Me adentré en
este cosmos sin tener una educación formal en ese campo y tuve la oportunidad
de acceder a espacios que nunca imaginé. Mis primeros pasos fueron cómo
mensajero en la galería de arte del Patronato de Bellas Artes. Me ilusionaba
tener más injerencia y a los pocos años se me dio la oportunidad de ser el
asistente de la mencionada institución.
Aprendí conceptos
básicos, leí un poco y comencé a usar una “vestimenta más adecuada”; camisa y
corbata, aunque un poco a mi estilo y aprovechando lo bohemio del medio. Asistí
a charlas, conferencias, capacitaciones de museología y museografía, cine
foros, conciertos sinfónicos, obras de teatro, ballet y otras tantas cosas. Me
hice de un nombre y era medianamente conocido en el medio. Se comenzó a tomar
en cuenta mi opinión y fui adoptado cómo curador, valuador o comisario de arte
para algunos artistas o instituciones.
Aún así no era,
ni me sentía, muy popular o respetado. En alguna ocasión alguien me llamó
“simulacro de diseñador”. Hasta que llegó aquella oportunidad que me
catapultaría cómo alguien en el mundillo del arte. Fui propuesto para dirigir
el Centro Cultural de España y quedé entre los mejores 15 candidatos. Las expectativas
fueron subiendo de a poco y me sentía muy seguro, por la experiencia que me
daban 20 años en ese territorio. La decisión final quedó entre dos personas,
una de ellas era yo. Y finalmente fui rechazado por no tener un palmarés o título
universitario que me respaldara.
Esta fue la
estocada final. Ya mi fracaso en el campo familiar, cómo esposo y padre, se
había consumado, también emocionalmente estaba completamente erosionado;
financieramente quebrado y endeudado; espiritualmente en banca rota. No era
apto para ninguna de las cosas que había intentado, no estaba facultado para
emprender nada. No era deseable y cotizado. Me sentía un paria de la sociedad.
'También
escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que
es, a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse. ' 1 Corintios 1:28-29
El reconocimiento
de mi incapacidad fue la puerta que movió a Dios a misericordia. Mi rendición
provocó que su gracia se derramara sobre mí, para rescatarme y empoderarme para
hacer todo lo que no estaba capacitado para conseguir. ¿Qué fue lo que lo atrajo?
¿Qué hizo que pusiera sus ojos sobre mí? Ni carisma, ni experiencia; tampoco el
entusiasmo y determinación; no se incluyó en mi balance a la inteligencia o la
sabiduría; ¿Qué hizo que la báscula se inclinara en mi favor?
'Los
sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y
humillado no despreciarás tú, oh Dios. ' Salmos 51:17
'Bienaventurados
los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. ' S. Mateo
5:3-4
Un corazón
quebrantado y abatido. Todo orgullo y jactancia fueron desechados, no había
ideas o habilidades que me pudieran sacar del foso profundo en que había caído.
No poseía fuerza para levantarme y salir, la vida me había succionado el valor
y la hombría y me encontré ante las trampas de la muerte (Salmo 18). Se
necesitaba que un super héroe saliera a mi encuentro, un poder superior. Pero
era necesario llamarlo, invocarlo, pedir auxilio y reconocer que no podría
continuar solo. Era menester rendirse ante Él.
'En mi
angustia invoqué al Señor; clamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo;
¡mi clamor llegó a sus oídos! ' Salmo 18:6
Los pedazos que
quedaban de mí parecían fragmentos de una botella estrellada contra el piso.
Era una tarea apoteósica el recogerlos y reconstruir algo de eso. No podía
pensar que a alguien le interesara, mucho menos a Dios, quien es totalmente
autosuficiente, omnipotente, omnisciente y omnipresente; además de Santo y
creador del universo. La verdad de ser aceptado por Dios curó todas mis
dolencias y en su palabra encontré los anticuerpos para el rechazo.
1ª DOSIS
'Pero Dios,
que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun
cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con
Cristo (por gracia ustedes han sido salvados), ' Efesios 2:4-5
Dios me amó
cuando aún estaba perdido, en errores y fracasos. Incluso cuando pequé y blasfemé
abiertamente y con plena conciencia del mal que hacía. No fue por suficiencia o
desempeño, fue a pesar de, que me amó.
2ª DOSIS
'pero el Señor
le dijo: «Hazle caso al pueblo en todo lo que te diga. En realidad, no te han
rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos. '1 Samuel 8:7
Mi cambio de vida
provocó que muchos ya no me dieran cabida, incluso fui rechazado abiertamente,
lo cual estuvo a punto de causarme una herida, pero su palabra vino a mí cómo
un relámpago y alumbró. Siempre y cuando mi motivación para acercarme a las
personas sea el mismo amor con que soy amado y esté cumpliendo el propósito para
el cual fui rescatado, no será a mi a quien rechacen será a Dios y él puede
lidiar con eso, pues lo hizo conmigo y no fue causa para dejar de amarme.
REFUERZO
'en amor
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de
su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, ' Efesios 1:5-6
Mi aceptación es
por medio de aquel que vivió en perfección y sus méritos me son imputados, la
suficiencia de una vida inmaculada me es atribuidos, el amor que sobre Él es derramado
me alcanza y soy visto tal cual Él. Soy aceptado en el Amado.
Encontrar una
esposa después de todo esto fue una confirmación de que soy aprobado, mi currículo
tenía demasiados deméritos para se descalificado para tal cargo. Pero
encontrarme con alguien que encuentra toda su valía y aceptación en Dios, fue
un regalo enorme. Los defectos brotan de tiempo en tiempo, pero al recordar la misericordia
y gracia de que hemos sido objeto, nos consolamos sabiendo que somos aprobados
en Jesús, El Amado.
ORACION:
Señor, aún no
estoy libre de ser rechazado, pero mi sistema inmunológico espiritual está
lleno de tu palabra que es verdad y que provee los anticuerpos necesarios para
repeler toda cosa que venga en mi detrimento y quiera enfermarme. Tu amor que
me llena y sostiene proporciona tal gozo que me puedo mantener firme y fuerte,
aún en situaciones difíciles. Clamo a ti para que mi fe permanezca puesta en ti,
anclado a tus pies y esos sean los fundamentos en los que se sostiene mi
esperanza.
Ray & Lily
https://www.youtube.com/watch?v=qsREqdhgXgg
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