REINOS Y RUINAS

 —Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado —les contestó Jesús—. Ciertamente les aseguro que, si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero, si muere, produce mucho fruto. ' Juan 12:23-24

 

Guatemala es conocida como el corazón del mundo Maya y es en departamento de Petén donde se encuentra la mayoría de las evidencias de una cultura que pobló las llamadas tierras bajas. No es posible estar ante los restos arquitectónicos sin asombrarse de la monumentalidad y la perfección alcanzada en algunas estructuras, teniendo en cuenta la tecnología de la época.

 

El más conocido de los sitios es Tikal. Tuve la oportunidad de visitarlo hace algunos años, pero hacer el recorrido con dos arqueólogos es otra dimensión. Además, tenía henchido el pecho de emisión pues uno de ellos era mi hija Pamela. Poder hacer preguntas y discutir algunos temas durante el recorrido fue una experiencia enriquecedora, dándole otro matiz al viaje familiar que realizamos. Este ultimo no estuvo exento de vicisitudes, las cuales sorteamos solo gracias a la bondadosa mano de Dios.

 

Dentro de todas las platicas y observaciones, me quedé con una idea, la cual se convirtió en el hilo conductor y una constante, que desde mi perspectiva pude notar. Había muchas estructuras edificadas sobre las anteriores, cómo una evolución progresiva. Aunque las más recientes se apoyaban sobre las anteriores, parecían tener la intención de hacer olvidar las primeras. Hay muchas edificaciones que aún no han sido descubiertas, pues la vegetación cubrió todo lo que en otrora fuera una cultura floreciente, la cual llegó a su fin, para dar paso a un nuevo jardín que surgió de lo muerto.

 

He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. Gálatas 2:20

 

Hace algunos años la ruina me alcanzó y me encontré totalmente en quiebra en todos los aspectos. La cultura que había construido sobre mis propios razonamientos colapsó, se volvió insostenible y se extinguió. Me convertí en un sepulcro andante y llegó a su fin el imperio de mi mismo. Pero esa muerte trajo la oportunidad de ser cubierto con una nueva vida, que fue surgiendo de mis cenizas. Finalmente prevaleció el designio de Dios sobre mi existencia.

 

Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del Señor prevalecerá. Proverbios 19:21

Hay tantos imperios que ha surgido a lo largo de la historia de la humanidad, se han extendido sobre territorios, conquistando regiones y expandido su influencia cultural, política, económica y militar, pero los mismos tantos han finiquitado. Hay algunos que prevalecen hasta nuestros días, pero igual desaparecerán.

 

Él será muy grande y lo llamarán Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David. Y reinará sobre Israel para siempre; ¡su reino no tendrá fin! Lucas 1:32-33

 

Cuando sedemos el control de nuestras vidas a aquel que no tiene fin, entramos a un reino imperecedero y nuestros ojos se levantan y ven mucho más lejos, anclando nuestra alma a la eternidad. Y sobre las ruinas de nuestra historia se construye un nuevo imperio mucho mayor y mejor. Aunque los restos del pasado cuentan una historia, esta solo se vuelve parte de una historia mayor, la de Dios, y nuestra redención. Aquel quien es el alfa y el omega, el principio y el fin, nos adopta para que ya no seamos ciudadanos de este mundo.

 

En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas. Filipenses 3: 20-21

 

ORACION:

Jesús, es maravilloso lo que has creado sobre las ruinas de mis malas decisiones. Construí un imperio basado en mi orgullo y arrogancia, pensando que podía llegar, sin tu ayuda, a edificar mi propia existencia. Te agradezco por haberme alcanzado con tu amor y tu reino eterno. Pero vas mucho mas lejos y me haces coheredero junto contigo. Tu inmenso amor sobreedificó sobre mi banca rota y me dio una vida llena de color y alegría, sustentada en la eternidad. Amén

 

Ray & Lily

https://www.youtube.com/watch?v=83l5uaVEbFs

 

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