«Cuando Jesús lo vio allí, tirado en el
suelo, y se enteró de que ya tenía mucho tiempo de estar así, le preguntó: —¿Quieres quedar sano?.» Juan 5:6 (NVI)
La ciudad de
Bremen, Alemania no es muy grande y en Das Vierte, se encuentra la mayoría de
oferta gastronómica, así también los bares y discotecas. Por increíble que
parezca, fue en una de ellas que tuve uno de los encuentros más importantes con
Jesús.
Luis era un
guatemalteco, casado con una alemana, residentes en aquella ciudad teutona. Fue
él quien me llevó de paseo para conocer un poco de la vida nocturna de aquella
localidad. Después de asistir a un pequeño concierto, con una mezcla de músicos
germano-peruanos, me condujo hasta aquel pequeño antro donde se tocaba música
ska. Cada cual bailaba por su cuenta, parecían más bien danzas tribales, y con
una cerveza en la mano me dispuse a hacer lo mismo.
Mi proceso
estaba iniciando, ya notaba avances en mí carácter y conducta, pero la falta de
inteligencia emocional boicoteaba mi deseo de sanar. Es increíble pensar que
Jesús entrara conmigo a ese antro de mala muerte. Aún tengo palpables en mi
memoria el olor a tabaco y nicotina que vestían de luto el ambiente. Me
encontré en un momento crucial. No era una cuestión de capacidad, Él podía
sanarme, el asunto era si realmente lo quería.
Bailé con Él, me
di por vencido ante mi incapacidad de generar cambios aislado de su persona. Me
rendí y lo dejé ganar. Esa fue una noche determinante y memorable. El hijo de
Dios, el creador del universo vino a buscar a éste que estaba enfermo y
necesitaba al médico de médicos.
El recorrido del
camino aún era largo, pero fue un avance notable, cuando la capacidad de sanar
de Dios, se encontró con mi deseo y la respuesta positiva de someterme a su
buena, agradable y perfecta voluntad.
ORACIÓN:
Señor, no sé
cómo agradecer tanto amor de tu parte, estás dispuesto a seguirme hasta lograr
generar los cambios en mí. No te avergüenzas de mi pasado y llegas hasta los
lugares más oscuros de mi corazón para alumbrarlos y mostrar todo aquello que
es menester cambiar. Aspiro conocerte cada día más y experimentar el poder de
tu gran amor. Quiero ser sano de todo mal y alcanzar junto a ti el destino que
soñaste para mí. Amén.
Ray & Lily
https://www.youtube.com/watch?v=rbHIRvfNxBA
No hay comentarios:
Publicar un comentario