Las volutas de humo se yerguen en medio del nublado cielo, son un espectáculo que deleita la vista, es el orgulloso anfitrión de turistas nacionales y extranjeros de las comunidades de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango. Ha sido fuente de inspiración para muchos artistas, de la fotografía y pintura; también los amantes de la aventura andina son atraídos por su majestuosa y desafiante presencia.
Es la ciudad de Antigua
Guatemala, una de las que más presume de la imponente imagen del volcán de
Fuego, entre otros dos. Es ésta última ciudad la que el escritor argentino
Jorge Carrol sostiene es la fuente de inspiración del Asteroide B 612, que Antoine
de Saint-Exupéry describe en su libro “El principito”. El famoso escritor francés vivió en Antigua
Guatemala, recuperándose de un accidente aéreo que lo obliga a quedarse en el país
en el año 1938. Es probable que el volcán de fuego sea uno de los protagonistas
de su libro también.
Aunque su belleza
en inspiración es innegable, la perene fumarola para otros significa una
latente amenaza. En el 2018, el que es un patrimonio del paisaje guatemalteco,
estallo en erupción y provoco un vendaval de escenas “apocalípticas”, cuando
las correntadas de lava descendieron destruyendo y soterrando todo a su paso.
Lo que comenzó como un espectáculo terminó en una tragedia nacional que, con la
avalancha de gases, cenizas y rocas ardientes, arrasó una comunidad entera,
dejando centenares de muertos y desaparecidos.
Pero el Señor le dijo a Samuel: —No te dejes
impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La
gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón. 1 Samuel
16:7
Detrás de toda
esa belleza, el corazón del volcán guarda una fuerza, que, si pudiera canalizarse,
abastecería de energía al país entero. Podemos intuir y calcular que hay dentro
de él, pero no podemos verlo con exactitud. La mayoría del tiempo vemos el
exterior, pero poco pensamos en nuestro interior.
Tengo la teoría que
Sain-Exupèry leyó la biblia y que la escena dónde Samuel va en busca del elegido
para ser el siguiente Rey en Israel, fue inspiración para la línea, dónde el
personaje del zorro le dice al principito: “solo con el corazón se puede ver
bien; lo esencial es invisible a los ojos”. Esta frase es, pues, una reflexión
sobre el verdadero valor de las cosas, su verdadera esencia. Los ojos pueden
engañarnos, solo el corazón revela la esencia de las cosas y las personas.
¿Pero quien realmente
puede ver el corazón sino Dios? La tarea de escudriñar el contenido de nuestro
interior puede ser revelada por lo que de ahí sale, como el volcán trajo todo
ese poder para muerte y destrucción, también nosotros podemos arrasar vidas con
lo que sale de lo profundo de nuestro ser.
El que es bueno, de la bondad que atesora en el
corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal,
porque de lo que abunda en el corazón habla la boca. Lucas 6:45
Nuestras palabras
son un buen parámetro para saber lo que hay en nuestra mente, aunque estas
pueden ser mentirosas y engañarnos. Cómo sucede en muchas partes con las
promesas hechas en campañas políticas, que luego no llegan a cumplirse, o que
solo se utilizaron para manipular un voto o apoyo para obtener acceso al poder.
Sumado a las
palabras debemos tener en cuenta el fruto que brota de los corazones. Pues este
determina la especie de la semilla que le dio origen. Nunca obtendremos mangos
de una semilla de aguacate, cada cual se reproducen según su especie.
Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes
disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Por sus frutos los
conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos? Del
mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. Un
árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno… Así
que por sus frutos los conocerán. Mateo 7:15-17, 19
Cascando nueces
La brisa leve de
la eminente lluvia comienza a precipitarse sobre nosotros, la cantidad de aves
que han hecho de la arboleda su habitad, no puede determinarse con exactitud;
charas, sanates y calandrias, entre otras, saltan, juguetean, y se alimentan
entre la plantación. La parte que
sobresale de una gran roca enterrada, junto a otra de menores proporciones y
manejable con las manos, funcionan de herramienta para extraer el fruto
guardado en el interior de las pequeñas esferas marrón, mismas que a su vez están
envueltas por una cobertura verde, mucho más blanda y fácil de eliminar. Se
hace necesario golpear con fuerza para romper la coraza que resguarda el
delicado contenido de las nueces de macadamia.
Recuerda que durante cuarenta años el Señor tu
Dios te llevó por todo el camino del desierto, y te humilló y te puso a prueba
para conocer lo que había en tu corazón y ver si cumplirías o no sus
mandamientos. Te humilló y te hizo pasar hambre, pero luego te alimentó con
maná, comida que ni tú ni tus antepasados habían conocido, con lo que te enseñó
que no solo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del
Señor. Deuteronomio 8:2-3
Muchas veces solo
la adversidad revelara de que estamos hechos, o con que nos hemos nutrido y es
en estas épocas en que logramos ver que hay en nuestro corazón, nos
encontraremos –como en el caso de las macadamias- con cosas de las que nos
debemos deshacer, algunas serán la cascara externa que es más fácil de eliminar
y otras más duras y difíciles. Pero si insistimos podremos encontrar del buen
tesoro que El Señor puso muy dentro de nosotros.
No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno
cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa,
de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al
Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. Galatas 6: 7-8
La invitación no
es a juzgar el corazón de otros, más bien es buscar en el nuestro y hacer los
cambios necesarios de semillas que estamos sembrando, para que podamos cosechar
el fruto deseado. En cuanto a los demás, solo Dios puede ver lo que hay en sus
corazones y nos convienen acercarnos a Él para determinar, si es necesario
saber lo que allí hay.
Ray & Lily
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