Así se tituló una película del director español Chema Rodríguez, quién además la produjo y escribió en el 2006. La sinopsis del film que se encuentra en el sitio sensacine.com, dice: “Un grupo de prostitutas de Guatemala quieren ser tratadas con dignidad y dejar de sufrir maltrato todos los días. Trabajan junto a una vía de tren y formarán un equipo de fútbol para llamar la atención sobre sus problemas. Se inscribieron en un torneo local, pero fueron expulsadas por ser prostitutas. Esta situación generó una reacción de rechazo por todo el país hacia los organizadores y la vida de ellas cambió al momento.”
La película
narra, con una dosis de comedia, una realidad que se puede observar al caminar
sobre la Línea del Ferrocarril de la 7 calle de la zona 1, hasta la Dirección
General de la Policía Nacional Civil. Es casi un kilómetro, donde féminas de
distintas nacionalidades y de todas las edades se ganan la vida con un oficio
conocido como el más antigua del mundo. Podríamos
decir que es la versión guatemalteca de lo que ocurre en la caótica localidad
del centro de Bangladesh.
Conocí este
lugar como un extravío, para acortar camino, cuando me movilizaba en mi
bicicleta hibrida. Una gran cantidad de hombres de distintas edades, montados
en motocicletas o a pie, merodean con mirada sospechosa, husmeando en las minúsculas
habitaciones donde se encuentra la mercancía que proporcionara unos instantes
de placer a cambio de unos cuantos billetes. Un olor cuasi fétido, mesclado con
citronela, adereza la triste escena, donde, tanto las ofertantes cómo los demandantes,
parecen una especie de zombis carentes de alma.
pues la
ramera va tras un pedazo de pan, pero la mujer de otro hombre busca tu propia
vida. Proverbios
6:26
Comúnmente
se les conoce como las chicas de la vida alegre. Pero difícilmente podríamos
decir que es divertido trabajar en ese lugar y en las condiciones que este entorno
representa. Sumado a esto, los extorsionistas no han perdido oportunidad de
hacer de ellas, otro blanco de sus fechorías. Y que decir de las adicciones que
adquieren como consecuencia de la dura vida.
Mi mamá
es prostituta
Si todo lo
anterior nos resulta incomodo y difícil de entender, no puedo imaginar lo que
significa ser hijo o hija de este grupo de mujeres. Si acaso llegas a la
escuela, seguramente te convertirás en el blanco de las burlas de los
compañeros de clase. Eso si no te toco ser niña y heredar la profesión de tu madre.
Esta semana
fue reconfortante encontrarme con la historia de Jefté, de quien se comienza
diciendo que era un guerrero valiente e inmediatamente agrega que era hijo de
Galaad y de una prostituta, razón por la cual, apenas llegado a la mayoría de
edad fue expulsado de casa por los hijos legítimos de su padre.
Entonces
Jefté huyó de sus hermanos y se fue a vivir en la región de Tob, donde se le
juntaron unos hombres sin escrúpulos, que salían con él a cometer fechorías. Jueces 11:3
“Situado
así fuera de la ley y al margen de la vida civil, hubo de aceptar totalmente su
suerte y transformarla en aventura. Se convirtió en jefe de una partida de
bandoleros beduinos, compartiendo su clásica vida de proezas y asaltos. Pero el
ímpetu de su carácter debió de correr parejo con una indudable sagacidad y con
ciertos rasgos generosos, ya que, cuando los israelitas fueron amenazados por
los ammonitas, sus vecinos del este, tuvieron la idea de ofrecerle la jefatura
de su pueblo.” (La Enciclopedia geográfica en Línea)
Según el
Antiguo Testamento, Jefté fue el octavo de los Jueces israelitas. No es el hijo
de la prostituta. Es el Guerrero Valiente que ocupó el cargo de Juez durante
seis años, derrotando a los ammonitas.
Y es que
Dios no depende de nuestro pasado, ni de nuestras obras de justicia, reputación
o cualquier otra cosa. Tan es así que, Tamar la cananea (prostituta casual),
Rajab la prostituta de Jericó, Rut la moabita, Betsabé la adúltera y María,
embarazada antes de su boda y sospechosa de adulterio se cuentan en la ascendencia
de Jesús.
Contrariamente
a lo que podríamos pensar, las prostitutas no figuran siempre en la Biblia como
mujeres entregadas al exceso o a la lujuria. Algunas de ellas guiaron, a su
manera, al pueblo de Dios por el camino de la Verdad y de la Salvación.
En
verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al
Reino de Dios. Mat
21: 31
Todos de
alguna manera nos hemos prostituido abandonando a Dios y sus principios, los
valores morales y haciendo lo que mejor nos parece. Durante 36 años traté de
vivir a mi modo y mis propias verdades relativas, según me convenía. Al final
solo encontré vergüenza y dolor.
Comerán,
pero no quedarán satisfechos; se prostituirán, pero no se saciarán; porque han
abandonado al Señor para entregarse a la prostitución y al vino, ¡al mosto que
hace perder la razón! Mi pueblo consulta a su ídolo de madera, y ese pedazo de
palo le responde; su tendencia a prostituirse los descarría; se prostituyen en
abierto desafío a su Dios. Oseas 4:10-12
Hasta que
mis malas decisiones me llevaron a fondos de dolor que nunca imaginé. No pensé
encontrarme con ese dulce hijo del hombre, que me mostró con amor mi pecado
para darme una nueva oportunidad, donde mi pasado no contó, ni tampoco mis
buenas obras.
Porque
por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de
ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. Efesios 2:8-9
Claro está que,
aunque no hay nada que le impida acercarse, siempre nos dirá la verdad en amor,
nos confrontara con nuestra realidad, para invitarnos a una vida más abundante.
Como lo hizo con aquella samaritana del capítulo 4 del Evangelio de Juan.
—Ve a
llamar a tu esposo, y vuelve acá —le dijo Jesús. —No tengo esposo —respondió la
mujer. —Bien has dicho que no tienes esposo. Es cierto que has tenido cinco, y
el que ahora tienes no es tu esposo. En esto has dicho la verdad. La mujer dejó
su cántaro, volvió al pueblo y le decía a la gente: —Vengan a ver a un hombre
que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Cristo? Juan 4:16-18,28-29
No hay ninguna
etiqueta que determine nuestro futuro. Él puede cambiar el epíteto de
prostituta, ladrón, fracasado, enfermo, mentiroso, borracho, adicto, divorciada,
madre soltera, estrella de la línea, etc. y te llamará Guerrero o guerrera valiente.
Ray &
Lily
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