Todos somos adictos

Recuerdo una vieja canción que en su letra recitaba esta frase, que por alguna razón resonaba en mi mente desde ayer por la mañana. Al sentarme frente al ordenador busqué y me topé con lo que escribe la psicóloga Corina Valdano, en su artículo “Todos somos adictos”. Ella divide las adicciones en dos grandes categorías:

 

Las adicciones no secas:

Son aquellas adicciones a sustancias concretas como el alcohol, el éxtasis, la marihuana, la ketamina, ciertos medicamentos y estimulantes y una larga lista, lamentablemente, cada vez más interminable.

 

Se les llama no secas porque la persona que consume “sabe” y puede contabilizar lo que consume o deja de consumir (dos botellas de alcohol, diez gramos de cocaína, tres cigarros).

 

Las adicciones secas:

Son aquellas en las que todos, sino la mayoría de nosotros, estamos de alguna manera involucrados. Aquí se incluye la adicción a las personas, la adicción al contacto de los padres a los hijos, al trabajo, al control, a las redes sociales, a ciertos hábitos perniciosos como quejarnos o preocuparnos, a comportamientos exagerados como la necesidad de ayudar, de opinar, de querer tener razón, hasta la actividad física, las harinas, el chocolate, la desidia o la postergación.

 

Se les llama adicciones secas porque la persona que la padece no puede contabilizar o saber con precisión en qué momento exacto comenzó esa adicción, no se puede medir por ejemplo la necesidad de apego, un hábito malsano, una exageración insana.

 

 

ADICTO Y ESCLAVO

La forma de quedar ligado o cautivo es muy sutil. Parecido al canto de las chicharras que inicia con un pequeño chasquido, este ciclo comienza con un pensamiento; que luego de considerarlo empuja a una acción; al repetir esta acción construyo un hábito que, posteriormente se transformará en una conducta o forma de vida. Y esa es la importancia de cuidar nuestra mente.

 

No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. Romanos 12:2

 

Una acepción de la palabra adicción surge de “adictus”, o “entregado a…” usado para asuntos jurídicos. En la antigua Roma quedaba libre de esclavitud y regresaba a su vida sin bienes propios, muchas veces comenzaba a comprar lo que no podía pagar hasta quedar esclavo otra vez, pero ahora de sus deudas sin saldar. Es decir que la palabra adicto está asociada a “quedar cautivo”, “a ser esclavo de”, a “quedar entregado a una situación determinada”, sin lograr zafarse de esas circunstancias.

 

Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed. Por eso ensanchó su interior el Seol, y sin medida extendió su boca; y allá descenderá la gloria de ellos, y su multitud, y su fausto, y el que en él se regocijaba. Isaías 5:13-14

 

 

CHICHARRAS Y CHAPULINES

Comenzó con un pequeño chasquido; que luego se repitió, una y otra vez, hasta convertirse en un agudo silbido, multiplicado por decenas o cientos de ellos; creando una atmósfera auditiva que me permitió, por varios minutos, aislarme de los ruidos, conversaciones y tenciones. Así es el canto de las chicharras en el oriente guatemalteco.

 

Lo experimenté una mañana sentado a la sombra de un gran árbol, lo cual me libró del intenso abrazo del sol madrugador, que podría quemarme hasta los sentidos, ya desde muy temprano. También tuve otro episodió parecido una fresca noche, mientras me balanceaba en la hamaca suspendida entre dos viejos mangales.

 

En ambas ocasiones no pude identificar de dónde exactamente venía el sonido; con su efecto hipnótico me lograron arrebatar de lo que yo suelo pensar es la realidad. Levándome a viajar en el espacio y el tiempo. Lograron captar mi atención de tal manera que volví a ser niño por unos instantes. Inicialmente recordando nuestras vacaciones de verano en la finca de nuestros padrinos o intentando contar las estrellas.

 

El primero de estos episodios fue interrumpido por el caminar de un enorme toro jorobado que pastaba por los alrededores; es bueno saber que el miedo infantil a estos rumiantes fue superado en gran medida. El bello espectáculo se extinguió con el ruido de un pequeño mango, abriéndose paso entre las ramas y hojas, para luego estrellarse abruptamente contra el suelo.  Inmediatamente después, el dulce timbre de la voz de mi amada, solicitando mi ubicación, también contribuyó a no retomar la contemplación de la inmensidad del cosmos.  

 

Aunque debo admitir que ya me había puesto un poco nervioso por la plaga de enormes chapulines que se encuentra de visita por esos lares.  Y ante la disyuntiva de que compañía elegir, obviamente, me decidí por la calidez del lecho temporal que compartíamos con mi esposa.

 

Sin embargo, la fama de Jesús se extendía cada vez más, de modo que acudían a él multitudes para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades. Él, por su parte, solía retirarse a lugares solitarios para orar. Lucas 5:15-16

 

Puedo entender la razón por la cual Jesús se apartaba para encontrar comunión con el Padre, y es que podemos ser fácilmente atrapados por una innumerable cantidad de situaciones o cosas, de las cuales la mayoría de veces no somos conscientes. Al leer la biblia y la múltiple cantidad de historias de hombres y mujeres que su autor, en su vulnerabilidad, dejo plasmadas ahí, podemos darnos cuenta que: Un alma lejos de Dios es insaciable, pero un alma cerca de Él es incorruptible.

 

Jesús era un adicto, a la presencia, compañía, aprobación y amor del Padre y nos modeló la forma de ser libre de cualquier otra adicción nociva o de las vacías promesas de los dioses falsos como el dinero, sexo y poder, que nos esclavizan y dejan cada vez más vacíos y cautivos. Sus pensamientos estaban centrados y apuntaban siempre en aquel que es su origen y su fin.

 

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Filipenses 4:8

 

Buscar el aplauso y la aprobación del único que podía darle la esperanza que importa, lo llevó a padecer y morir en una cruz, pero finalmente resucitó y dejo la tumba vacía.

 

Ray & Lily

 

Referencias:

-        Psicóloga Corina Valdano, de su blog https://www.corinavaldano.com/_blog

-        Timothy Kelle, Counterfeit Gods: The Empty Promises of Money, Sex, and Power, and the Only Hope that Matters

 

https://www.youtube.com/watch?v=b-CLj28HM60

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