Sin sentidos, parte final

 Hasta acá he podido descubrir que los sentidos naturales tienen una replica espiritual, pero funcionan un tanto diferente o se mezclan entre sí. Por ejemplo: El escuchar (que podría decir es el que más tengo desarrollado) está asociado con el gusto. ¡Qué dulces son a mi paladar tus palabras! Son más dulces que la miel. (Salmos 119:103)

 

Hace unos días pude darme cuenta que la calidad de mi trabajo estaba disminuyendo. Se estaba quedando estancada. Por lo que tomé la decisión de esforzarme un poco, para levantar esa área de mi vida. Fue algo impresionante, al terminar una jornada, escuchar su voz diciendo: - Me gusta verte trabajar. Debe de ser que mi lenguaje de amor predominante es el de palabras de afirmación (Los 5 lenguajes del amor Gary Chapman). Fue, literalmente, cómo miel de la más alta calidad. Ante tal expresión quedé extasiado y del fondo de mi ser surgió automáticamente una respuesta:  – Y a mi me encanta escucharte hablar.

 

También he podido comprobar, que no puedo confiar plenamente en mis 5 sentidos naturales, porque muchas veces limitan lo que espiritualmente está pasando a mi alrededor. Pues vivimos por lo que creemos y no por lo que vemos. 2 Corintios 5:7

 

Los tres chiflados

Es martes 20 de octubre y antes de que comience a salir el sol he logrado agudizar mi oído, para luego transcribir los pensamientos que El Señor me a dictado esa madrugada. Llevan por titulo “Revolución” haciendo alusión al día que se conmemora en esa fecha. Me apresuro a ducharme y despierto a mi amada. Hay una idea loca dando vueltas en mi cabeza. Además, mi cuñada Evelyn nos a prestado su camioneta nueva, no tendremos que viajar en motocicleta y eso anima un poco más a mi esposa. Me encantan esos viajes relámpago a los cuales El espíritu nos invita y las circunstancias hacen eco.

 

Es una ruta conocida, ya muchas veces la hemos recorrido para encontrarnos con nuestra amiga Marta Pérez, directora de campo de PAVA. El vehículo hace el viaje muy cómodo y hay una emoción flotando en el ambiente. Platicamos, cantamos y oramos casi todo el camino. Ya son las últimas curvas y pendientes de la carretera flanqueada de árboles cuneiformes. La bruma se presenta para darle un toque de misterio. De cuando en cuando nos volteamos a ver los rostros que esbozan una sonrisa proveniente de lo profundo.

 

Llegamos al destino y el aire tiene olor a leña quemada, este procede de las volutas de humo que se elevan por encima de los techos, para luego diluirse con el viento. La brisa fresca y húmeda es muy agradable. Huele a paz y esperanza. La época lluviosa se resiste a dejar espacio a la temporada fría en nuestro país. Panimachavac es un sueño, ya nos hemos vuelto asiduos visitantes del lugar. Marta está en la biblioteca atendiendo, junto a otras colaboradoras, a un pequeño grupo de niños que intentan terminar sus tareas. Tomamos unas sillas y las colocamos en la tenue luz del sol que dará calidez a nuestros cuerpos erizados de emoción. Comenzamos la tarea de soñar juntos. ¿Qué podemos hacer por los niños este año? ¿A que grupo enfocaremos el apoyo?

 

Después de unos minutos, tenemos la lista de elementos que incluye el kit que se entregará, a un poco más de 100 niños de aldea La Loma. ¿Cómo conseguiremos todo lo que se ha enumerado? aún no lo sabemos con certeza. Ya aguzamos el oído espiritual, ahora necesitamos desarrollar el olfato para discernir por dónde debemos buscar. Finalmente, y con el pasar de los días se fueron abriendo nuestros ojos y nos dimos cuenta que son más los que están con nosotros para cumplir este sueño.

 

—¡No tengas miedo! —le dijo Eliseo—. ¡Hay más de nuestro lado que del lado de ellos! Entonces Eliseo oró: «Oh Señor , ¡abre los ojos de este joven para que vea!». Así que el Señor abrió los ojos del joven, y cuando levantó la vista vio que la montaña alrededor de Eliseo estaba llena de caballos y carros de fuego. 2 Reyes 6:16-17

 

Hoy sábado 12 de octubre del año 2,020, nos dirigimos a La Loma, acompañados de otros amigos. Vamos cargados con más de lo que pusimos en nuestras notas. Tenemos que agradecer a: Irene, Elizabeth, Denise, Dina, Mario, Leyla, Astrid, Mirna, Lea, Patty, Kenny, Alejandro, María José, Erika, Ángela, Liliana, Ana, Jessika, Sofie, Justine, Jeffrey, Emanuel, Sindy, Pame, Saris, Geraldy, Gaby, Lesley, Rebecca, Claudia. Son éstos algunos nombres del ejercito que compartió la visión. Hoy estamos convencidos que veremos su gloria, la gloria del hijo de Dios, en cuyo corazón nació este sueño.

 

Les anunciamos al que existe desde el principio, a quien hemos visto y oído. Lo vimos con nuestros propios ojos y lo tocamos con nuestras propias manos. Él es la Palabra de vida. Él, quien es la vida misma, nos fue revelado, y nosotros lo vimos; y ahora testificamos y anunciamos a ustedes que él es la vida eterna. Estaba con el Padre, y luego nos fue revelado. Les anunciamos lo que nosotros mismos hemos visto y oído, para que ustedes tengan comunión con nosotros; y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo, Jesucristo. Escribimos estas cosas para que ustedes puedan participar plenamente de nuestra alegría. 1 Juan 1:1-4

 

Que los sentidos espirituales nos sean activados y desarrollados, para escuchar, sentir, oler, saborear y ver la gloria del hijo de Dios. Esa, es nuestra oración.

 

Ray & Lily

 

https://www.youtube.com/watch?v=_2Th2RDYoEQ

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