Es razonable hacerse preguntas como ¿de dónde viene el Universo? ¿Cómo y por qué empezó? ¿Tendrá un final? Y en caso de una respuesta afirmativa ¿Cómo será? Me atrevería a decir que es recomendable, en algún momento de la vida, hacernos esas interrogantes y no quedarnos con la duda.
Se denominan
interrogaciones dubidativas a aquellas en que uno se hace la pregunta a sí
mismo, manifestando a la vez la duda e incertidumbre que tiene acerca de lo que
pregunta. Suelen acompañar a estas interrogaciones los adverbios de duda, como
acaso, quizá; o expresiones equivalentes (Wikilengua.org).
Venciendo el sueño
En esta etapa de nuestra
vida son pocas las ocasiones que tenemos el privilegio de compartir con
nuestros hijos. Anoche fue una de ellas. Los tres mayores nos acompañaron en
una velada dónde, un poco de café, deliciosas empanadas de ciruela y guayaba
dieron un toque exquisito. Verlos interactuar y las pequeñas conversaciones que
resultaban de analizar la película que veíamos, fue emocionante. Desde la
esquina de nuestra pequeña sala observamos las escenas del film y de los
chicos.
Después de cierta hora
me es complicado sentarme en un lugar cómodo y relajarme, sin que mis párpados
comiencen a pesar. Comienzo a parpadear y a literalmente, trabar los ojos. Los
directores de cine tienen que ser muy audaces para luchar contra el sueño de un
espectador como yo. La noche lluviosa, cobijas y la cercanía de mi esposa
provocan esa sensación acogedora que me invita a dormir. Hay un olor a tierra
mojada y el dulce aroma que provoca el tener parte de la familia reunida. Un
corazón apaciguado con la certeza de que todo estará bien. Son una invitación a
conciliar el sueño. Porque Dios da descanso a sus amados (Salmo 127:2 b).
Pero el título de la
película y la búsqueda de respuestas del protagonista, inquietaron mi mente e
hicieron posible vencer el sueño. La
misma fue nominada en 5 categorías para el premio Oscar y narra la relación
entre el célebre astrofísico Stephen Hawking y su primera mujer, Jane, desde
que ambos se conocieron siendo estudiantes en la Universidad de Cambridge a
principios de los 60 y a lo largo de 25 años, especialmente en su lucha juntos
contra la esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad degenerativa que
destruye las neuronas motoras.
Pues, desde la
creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo
lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de
Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa
para no conocer a Dios. Romanos
1:20
Las preguntas de Hawking
son importantes y debemos hacerlas. La cuestión es a quién las llevamos, si a
nosotros mismos o al creador de todas las cosas. Mientras neguemos su
existencia, lucharemos con esas y más incógnitas en nuestra vida. Peor aún nos
quedaremos con la duda.
Una de mis partes
favoritas de la obra cinematográfica es el momento dónde su esposa termina de
imprimir una página del más famosos de sus libros (Una breve historia del
tiempo, publicado en 1988) dónde se lee "Si encontramos la respuesta a
eso, sería el último triunfo de la razón humana, porque entonces conoceríamos
la mente de Dios"
El universo, la
creación, es el máximo comunicador de la esencia y naturaleza de Dios. Pero solo
escucharemos las respuestas hasta que decidamos hacerlas a la persona correcta.
Le sucedió al apóstol Pablo quien creía tener la verdad absoluta y en su
encuentro con el creador solo pudo decir '—¿Quién eres, señor? —preguntó
Saulo. —Yo soy Jesús, ¡a quien tú persigues! —contestó la voz—. Hechos 9:5
NTV
Me sucedió a mí, que
incluso llegué a enseñarle a mis hijos que Dios no existía. Y ahora henos aquí,
sentados compartiendo un tiempo hermoso. Heme aquí, mis preguntas fueron
contestadas, mis dudas disipadas por el encuentro con el artífice de todo lo
que existe. Ahora Él es mi todo, ya no hay teoría, es una verdad comprobada en
mi vida.
Tú preguntaste:
“¿Quién es este que pone en duda mi sabiduría con tanta ignorancia?”. Soy yo y
hablaba de cosas sobre las que no sabía nada, cosas demasiado maravillosas para
mí. Tú dijiste: “¡Escucha y yo hablaré! Tengo algunas preguntas para ti y
tendrás que contestarlas”. Hasta ahora solo había oído de ti, pero ahora te he
visto con mis propios ojos. Job
42:3-5
Ray & Lily (Nuestros
hijos, Sindy, Pame, Ema, Paulis, Saris y Abbie)
https://www.youtube.com/watch?v=3tSz1I1XogE
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