Una de mis formas favoritas de pasar tiempo es entrar a una librería y entretenerme leyendo los títulos de libros, la suave brisa en el rostro al abanicar las páginas, el aroma de las tintas, el color y textura del papel, las tipografías y su tamaños. Los anaqueles llenos de libros apilados, creando sinuosas cordilleras multicolor. Las personas son como transformadas al cruzar la puerta, todos tienen un aire más intelectual y se desplazan con suavidad, cómo flotando entre los estantes. Luego de unos minutos comienza el conflicto ¿Qué título escoger? Las posibilidades parecen infinitas. Novelas, biografías, ficción,motivacionales, crecimiento personal, cocina fusión. La oferta es basta. Nunca sabes con que te vas a topar. En una ocasión me crucé con una tapa que decía “Las memorias de un liguero”.
Pero, esa tarde llegamos con mi hija Sindy para aprovechar los descuentos que anunciaba el comercio. Y me encontré en el dilema de escoger un solo libro. Mis opciones se redujeron a dos: “La Crianza de los hijos” de Charles Swindoll y otro de Nick Littlehales, simplemente llamado "Dormir”.
Aunque me decidí por el primero -y créanme fue una estupenda elección-
me quedó la inquietud de saber qué puede hacer surgir la necesidad de tener un entrenador del sueño. Máxime cuándo se tiene una habilidad nata para dormir, como me pasa a mi. Y es que en éste mundo, tan obsesionado con la productividad, hemos desarrollamos disciplinas para todo; para estudiar, ejercitarnos, trabajar, leer, meditar y hasta orar. Pero, al menos en mi caso, nunca imaginé tener que crear una competencia para dormir o descansar.
¿Por qué es bueno dormir en múltiplos de 90 minutos? ¿Qué cantidad de agua podemos beber antes de ir a la cama? Son algunas de las preguntas que el documento promete responder. Según el autor y coach del sueño de deportistas como Cristiano Ronaldo y equipos de fútbol como Real Madrid y Manchester United, nuestro estado de ánimo, humor, motivación y desempeño están condicionados por nuestro tiempo de reposo.
Jesús estaba dormido en la parte posterior de la barca, con la cabeza recostada en una almohada. Los discípulos lo despertaron: «¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?», gritaron. Marcos 4:38 NTV
Pudiéramos evitar muchas noches de insomnio si tan sólo nuestro descanso estuviera en Jesús. Y al despertar estaríamos en la capacidad de hablarle a la tormenta para aplacarla. Y también, mientras reposamos, Dios a dicho que él nos dará sueños reveladores (Joel 2:28) para el futuro y su voluntad. Fue en un sueño -recostado sobre una roca- que Jacob vio ángeles que subían y bajaba en una escalera (Génesis 28:12)
Es inútil que te esfuerces tanto, desde la mañana temprano hasta tarde en la noche, y te preocupes por conseguir alimento; porque Dios da descanso a sus amados.
Salmos 127:2 NTV
En paz me acostaré y dormiré, porque solo tú, oh SEÑOR, me mantendrás a salvo.
Salmos 4:8 NTV
Es menester depositar nuestra confianza en Él y obedecer su mandato de reposar, al menos un día. Ser imitadores de aquel que todo lo creó en seis días y el séptimo descansó. No sea que cómo se lee en Hebreos 4:1 Por eso, mientras siga en pie la promesa de descansar con Dios, debemos tener cuidado. Sería una lástima que alguno de ustedes no pudiera recibir de Dios ese descanso. (TLA)
Ray & Lily
https://youtu.be/m-eLxibV9QM
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