No era el mejor
momento de mi vida, si lo juzgamos desde fuera y por las apariencias. Una
carrera de veinte años en las artes quedaba atrás, grandes deudas por malas
decisiones económicas, dos familias perdidas, sin casa, ni cama, ni nada. Una
sinusitis pertinaz, sumada a una monumental alegría, hacían las noches
difíciles y las levantadas por las frías madrugadas un suplicio. No era un
tiempo fácil de enfrentar.
Suena la alarma
interrumpiendo el sonido de mis ronquidos. La cabeza cuelga por un costado de
la cama junto a un brazo que toca con las puntas de los dedos el piso helado. Parece
que acabo de cerrar los ojos y quiero seguir en la cama. Decir que me levanté
sería mentira. Más bien me deslicé, cual molusco, por el borde de la
colchoneta. La lengua reseca y un sabor a cartón en los labios craquelados por
el aire que respiré, toda la noche, por la boca.
Tomé conciencia del
día, la hora y el lugar dónde estaba. El apartamento de mi hermana mayor, que
cómo muchas veces en mi vida, extendió su mano, su corazón y su particular
generosidad, para hospedarme y alimentarme. Puedo escuchar los latidos de mi
corazón y aunque me faltan las fuerzas, hay vida dentro de mí. Estoy comenzando
a vivir de la manera como, alguna vez concluimos con mi maestro de dibujo y
diseño Danny Shafer, debe vivirse “De adentro hacia afuera y no de afuera hacia
adentro”.
Un ojo abierto y el
otro apenas amaneciendo, enciendo la radio y está sintonizada la emisora
favorita de mi hermana. Verito salió temprano al gimnasio y me encuentro solo. Dejó
un calentador de agua eléctrico sumergido en un balde con agua para mi ducha
mañanera. Cuanto amor y cuidado. Mientras vuelvo del baño dejando las marcas de
mis pies mojados, escucho la canción que dice:
Me siento débil cuando
estoy sin ti
y me hago fuerte
cuando estás aquí
sin ti yo ya no sé que
es vivir
mi vida es un túnel
sin tu luz
quiero pasar más
tiempo junto a ti
recuperar las noches
que perdí
vencer el miedo
inmenso de morir
y ser eterno junto a
ti
Porque nada valgo
porque nada tengo si no tengo lo mejor
tu amor y compañía en
mi corazón
Caigo de rodillas en
adoración, ya que la lírica dicta una verdad tan grande en ese momento de mi
vida, porque como lo escribí ese 11 de septiembre del 2013; Cuando te enamoras
todo te recuerda y te hace pensar en el sujeto de tu amor... TE AMO JESÚS y al escuchar
estas líricas no pude más que pensar en ti.
"Por tanto,
no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por
dentro nos vamos renovando día tras día. Pues los sufrimientos ligeros y
efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más
que todo sufrimiento. Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo
invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es
eterno." 2 Corintios
4:16-18
Nunca he estado más
vivo en mi existencia. Aunque mi cuerpo no responda, dentro de mi ser hay un
fuego que arde, una llama que no se apaga, habita la vida misma “Jesús”.
Ciertamente soy débil, tan débil que he necesitado de una ayuda idónea, la
respuesta a mis oraciones, muestra del favor y la benevolencia de mi Dios; mi
esposa.
"pero él me
dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad».
Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que
permanezca sobre mí el poder de Cristo. Por eso me regocijo en debilidades,
insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo;
porque, cuando soy débil, entonces soy fuerte." 2 Corintios 12:9-10
Es tiempo que
comencemos a vivir cómo se debe, desde adentro, dejar crecer el carácter de
aquel por quien y para quien todo fue creado. Ser débiles, vulnerables para que
toda su fuerza invada nuestro ser y el mundo entero.
Ray & Lily
https://www.youtube.com/watch?v=HuFjZ0l_NqM
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