¡De viernes lluvioso a viernes tumultuoso!


Hoy por la mañana, nuestros teléfonos se saturaron de imágenes, de diferentes puntos de la ciudad, dónde las personas se agolpaban en las tiendas y abarroterías, para abastecerse de todo lo necesario para su fin de semana (o fin del año), debido a las disposiciones gubernamentales para paliar los avances del Covid-19 en el país. Y es que estar a cargo de una familia no es cosa fácil, debemos tomar decisiones procurando el bienestar de todos, asumiendo la responsabilidad de las consecuencias. No puedo imaginar la responsabilidad que conlleva gobernar a toda una nación.

Entonces pensamos en la invitación que nos hace el Señor de Ora por nuestros líderes *«Oren además para que seamos librados de personas perversas y malvadas, porque no todos tienen fe. Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno»* Tesalonicenses 3: 2-3

*Haz lo correcto*
Martin Luther King dijo: «En algunos puestos, la Cobardía hace la pregunta: “¿Es seguro?”, la Conveniencia pregunta: “¿Es políticamente correcto?”, y la Vanidad llega y hace la pregunta: “¿Es popular?”; pero la conciencia pregunta: “¿Es lo correcto?”».
«La medida definitiva de una persona no es dónde se sitúa en los momentos en que le conviene, sino dónde se ubica ante los momentos de dificultades, de gran crisis y de controversia».

Hacer lo correcto en las situaciones difíciles en el trabajo es un enorme desafío. En su libro God at Work (Dios en el trabajo) Ken Costa escribe: «Hay elecciones correctas e incorrectas […] todos esos términos inventados, tales como “inapropiado” y “contraproducente” son esfuerzos por evitar el simple hecho ético de que hay una forma de proceder correcta y otra incorrecta».

 No basta con hacer lo correcto de vez en cuando según te apetezca. Persiste, persevera y continúa hasta el final. Pablo escribe a los tesalonicenses: «No se cansen de hacer el bien» (2 Tesalonicenses 3:13). Jesús no optó por la solución más fácil y popular, sino que siempre hizo lo que era correcto. Este es un principio importante que recorre toda la Biblia.

Tenemos el extraordinario privilegio de vivir en la era del Espíritu. La ley de Dios no está simplemente escrita en tablas de piedra, sino que Dios trabaja dentro de ti, por medio de Su Espíritu, para darte la pasión por complacerlo, y para darte la experiencia de una relación personal con Él. Todos podemos conocer al Señor.

*«Este es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel —afirma el Señor—: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá nadie a su hermano: “¡Conoce al Señor!”, porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán —afirma el Señor—. Yo les perdonaré su iniquidad, y nunca más me acordaré de sus pecados.»*  Jeremías 31: 33-34

Nuestro deseo es que este fin de semana sea una oportunidad de poder entender cómo hacer lo correcto de manera sencilla “Quédate en casa”. Recibe un abrazo de tus amigos

Ray & Lily


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