Hay amigos que llevan a la ruina y hay amigos más fieles que un hermano. Proverbios 18:24 NVI
Hay amistades que se forman por afinidad natural, pero también hay amistades que rompen todo pronóstico.En la película Amigos intocables, un aristócrata tetrapléjico (Philippe) y un inmigrante de los suburbios con antecedentes penales (Driss) se encuentran en circunstancias poco probables. Sus mundos son opuestos, pero descubren que la verdadera amistad no depende de la similitud, sino de la capacidad de aceptar, cuidar y dejarse transformar por el otro. Al final, la pregunta no es quién necesita más ayuda, sino quién se atreve a amar con autenticidad.
En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano. Proverbios 17:17 NVI
Cuando pienso en amistad, mis primeros recuerdos no están en compañeros de escuela o vecinos, sino en mis hermanos de sangre. Con ellos aprendí el significado de la complicidad: juegos interminables, secretos guardados bajo llave, travesuras que nos unían en la aventura y en el castigo, y abrazos que sanaban rápido cualquier herida. También tuvimos broncas tremendas y nos causamos heridas, cómo la ocasión en que le rompí la naríz a mi Jaime (en paz descanse), con un fuerte escobazo que pretendía derribar un escarabajo esmeralda que ronroneaba en el patio trasero de casa.
Hoy, ya adultos, esa hermandad sigue viva. Con tres de ellos —Verónica, Javier y Juan Carlos— he tenido incluso la bendición de trabajar. No es común que la risa de la infancia se convierta en confianza laboral, pero así ha sido. Con ellos he comprobado que una amistad verdadera puede crecer y madurar con los años, sin perder la esencia. Nuestras imaginaciones volaron jugando la “Tierra de Gigantes”, los escondites, la perinola e historias de vaqueros montados sobre escobas que hacían las veces de equinos. Dieron paso a las agendas laborales y el apoyo que necesitamos, los unos de los otros, para salir adelante en los avatares de la vida.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Juan 15:13 NVI
Pero si alguna amistad he disfrutado en gran manera es la de aquel, más incondicional que ningún otro, si algo he visto en estos años es que Jesús es, por excelencia, el Amigo que rompe barreras. Después de conocerlo cómo salvador en el 2009. Él me buscó cuando yo también era un “intocable” por mis propios errores y orgullos, y me hizo parte de su círculo más cercano. Ese mismo Jesús que comió con publicanos y pecadores (Mateo 9:10-12), tocó leprosos que nadie quería tocar (Marcos 1:40-42), defendió a los rechazados y dio dignidad a los olvidados.
»Al amigo que sufre no se le niega la lealtad, aunque se haya apartado del temor al Todopoderoso. Job 6:14 NVI
En 2011 comencé a trabajar en un proyecto llamado Pesca Milagrosa, que buscaba sacar de las calles, la indigencia y las adicciones a personas marginadas, fue mi primer encuentro con lo más profundo de la miseria y el dolor, luego en 2019, Dios me llevó a un nuevo tipo de amistad, inesperada y profundamente transformadora: dirigir el programa de 12 pasos Celebremos la Vida, en la región norte de la ciudad de Guatemala.
Allí he conocido a personas que muchos llamarían “parias de la sociedad”: adictos en recuperación, personas con un pasado delictivo, víctimas y victimarios de abusos, gente rota por el rechazo, el dolor o la culpa. Personas que, como Driss y Philippe, cargan marcas visibles o invisibles que las excluye del círculo de “lo aceptable”. Otros con heridas y traumas menos evidentes, y con tendencias y malos hábitos, igualmente destructivos, codependientes, iracundos, ególatras, adúlteros y pornógrafos; ansiosos, depresivos y amargados (entre otros), más parecidos a mi de lo que hubiera imaginado.
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Este es un glotón y un borracho, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores”. Pero la sabiduría queda demostrada por sus hechos». Mateo 11:19 NVI
Y, sin embargo, en ese espacio he descubierto una verdad hermosa: cuando Jesús es el centro, las etiquetas se caen, las apariencias dejan de importar, y las historias rotas se convierten en testimonios vivos de redención. En Celebremos la Vida he visto cómo Él se acerca a cada uno, sin asco, sin miedo, sin prejuicio, y cómo su amistad sana lo que parecía imposible.
Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes. Juan 15:14-15 NVI
La amistad verdadera requiere presencia, verdad y sacrificio.Amigos de verdad no siempre piensan igual, pero siempre caminan juntos. Jesús lo dijo claro (Juan 15:14). Él nos amó primero, y nos invita a amar de la misma manera: acogiendo al que el mundo rechaza, siendo leales en la prueba y dispuestos a dar nuestra vida si es necesario. Porque, al final, no hay nada más poderoso que ser —y tener— amigos intocables en Cristo.
La película Amigos intocables nos recuerda que las diferencias pueden ser un puente, no un muro. Mis hermanos me enseñaron que la amistad se alimenta con tiempo y lealtad. Celebremos la Vida me ha mostrado que todos, de alguna manera, necesitamos ser “acogidos” y “cuidar” a otros. Y Jesús me ha enseñado que la verdadera amistad implica sacrificio y presencia.
Si he sido objeto de un amor tan grande, debo preguntarme si aún estoy dispuesto a dejar entrar en mi vida a personas muy diferentes a mí, y si soy capaz de ver más allá de la apariencia y el pasado. Además, debo tener claro si vivo una amistad con Jesús que transforma cómo trato a los demás, es decir soy congruente en lo que digo y práctico.
Nosotros amamos porque él nos amó primero. Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto. Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano.1 Juan 4:19-21 NVI
ORACIÓN:
Jesús, qué regalo tan grande es tu amistad: no fingida, no superficial, sino profunda y honesta. Tú nos haces sentir aceptados, amados y abrazados, pero también nos hablas con claridad, sin doblez y sin rodeos. Ayúdame a cultivar tu amistad cada día y a extenderla a todo aquel que la necesite. Enséñame a mostrarme amigo, presentándote a Ti, el mejor de los amigos. Amén.
Lily & Ray
https://www.youtube.com/watch?v=R8YADdxqGEI&list=RDR8YADdxqGEI&start_radio=
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