'Porque, si el mensaje anunciado por los ángeles tuvo validez y toda transgresión y desobediencia recibió su justo castigo, ¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor y los que la oyeron nos la confirmaron.' Hebreos 2:2-3 NVI
Me encantaba
septiembre en la infancia, en mi casa familiar contábamos con tres cumpleañeros
en ese mes: el 11 era mi hermano Jaime (1979 -1998); el 15 mi padre (1916-1997)
y mi persona el 18, los tres en el lapso de una semana. Además del ambiente de
celebración por las fiestas patrias, con desfiles, bandas de guerra y antorchas,
y también porque con su llegada se marcaba el comienzo del fin del año escolar.
Con el tiempo dejó
de gustarme un poco y comencé a desarrollar un discurso antipatriótico. Tenía
buenos argumentos que sustentaban mi postura, pero al meditar detenidamente
puedo darme cuenta de que una herida era la raíz que me había cambiado de
bando. Los desórdenes que causan algunos de los pseudo patriotas, ayudaban a
mantenerme en mi posición, sumado a eso incidentes que sufrí las noches del 14
de septiembre de varios años, y las dificultades para movilizarme al volver del
trabajo, hicieron que la veta agridulce creciera en mi interior.
'Asegúrense de
que nadie quede fuera de la gracia de Dios, de que ninguna raíz amarga brote y
cause dificultades y corrompa a muchos,' Hebreos 12:15 NVI
Es sábado por la
mañana y mi amada Ileana, espléndida como es, tiene el deseo de invitarme a
desayunar por mi onomástico que se acerca. Le sugiero que lo hagamos un poco
más tarde, pues estaba disfrutando de un buen tiempo de lectura, estudio y
oración. Ella asiente y se prepara, el día está hermoso, despejado y soleado.
No me resisto y decido que hagamos el paseo en motocicleta. Todo pinta bien,
las calles están vacías y sorprendentemente nos desplazamos con toda libertad
por espacio de unos 15 kilómetros.
Hago un viraje a
la derecha para tomar la calzada que conduce al occidente guatemalteco y es
hasta ahí donde el viento deja de soplar en nuestros rostros, pues la fluidez
del tránsito se acaba. El calor comienza a molestar y nos levantamos la careta
de los cascos. De entre las tres filas de autos, notamos un poco más adelante,
un camioncito que transporta a un grupo de personas en la plataforma
(palangana), todos vestidos con colores azul y blanco, portan banderas, pitos, vuvuzelas
y muchas bolsas con agua.
'Mis queridos
hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, pero no
apresurarse para hablar ni para enojarse; pues el enojo de una persona no
produce la vida justa que Dios quiere.' Santiago 1:19-20 NVI
En un parpadear
nos encontramos con un escupitajo de agua en el rostro, lo cual me recuerda un
incidente similar de hace varios años en ese mismo lugar. Me detengo al lado
del automotor y pregunto (no con la mejor actitud) —¿Cuál es su problema?— cruzamos unas
palabras lo cual provoca un vendaval de agua sobre nosotros. El tránsito está
casi parado, me detengo y desciendo (no estoy pensando) me acerco y de nuevo
reclamo sin mucho éxito. Volteo y veo a mi esposa un poco asustada, me veo ahí
de pie y entiendo lo absurdo de mi proceder.
'Más bien,
honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para
responder a todo el que pida razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero
háganlo con gentileza y respeto, manteniendo la conciencia limpia, para que los
que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo se avergüencen de sus
calumnias.' 1 Pedro 3:15-16 NVI
Bajo la guardia y
en tono casi suplicante doy mi último argumento a los patriotas que se notan
exaltados: —¿Por qué hacen
eso? esa no es la forma de celebrar—, tengo una vuvuzela en la mano y la
lanzo mientras ellos se alejan. La mirada tierna de mi esposa termina de
fulminar al iracundo Raymundo. Cabizbajo, apenas logro escuchar los comentarios
de otros conductores que apoyan la moción de darles su merecido a los
alborotadores. Declinamos del paseo y buscamos una ruta alterna para visitar a
unos queridos amigos, donde estamos seguros no consolarán y exhortarán, para
paliar el bochornoso momento.
'Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo
confiesa y lo deja, alcanza la misericordia. ¡Dichoso es el hombre que siempre
respeta a Dios! Pero el obstinado caerá en la desgracia.' Proverbios 28:13-14
NVI
Me retracté y recordé la salvación tan grande que Dios ha
obrado sobre mí, estaba echando todo por la borda por un pequeño incidente. Un
momento sustentado por una raíz de amargura estaba desmoronando toda la obra de
redención y santificación que por gracia se me ha concedido. Confesé a nuestros
amigos la falta y un genuino arrepentimiento vino. A sabiendas que aún nos
restaba el regreso nocturno a casa, lo cual aumentaba las posibilidades de
volver a ser agraviados, rendimos todo orgullo e hicimos un plan de rutas
alternas para evitar la mayoría de los puntos donde se acostumbra mojar a los
corredores de antorchas.
'El buen juicio hace al hombre paciente; su gloria es pasar
por alto la ofensa.' Proverbios 19:11 NVI
Mientras tomábamos café con Estuardo y Ada, nuestros compañeros, llega un mensaje de nuestra querida amiga Rebe, donde nos copiaba el post de alguien llamado Juan Fuentes, ella lo acompañó con una nota que decía: Oración de la serenidad para hoy. “Señor, concédeme serenidad para aceptar las antorchas que pueda encontrar. Valor para encontrar rutas alternas. Y sabiduría para reconocer que también fui patojo”. Esto me hizo soltar una carcajada y terminó de liberar mi corazón, para perdonar de antemano cualquier incidente que pudiera ocurrir en el retorno a casa.
'El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste
en la ofensa divide a los amigos.' Proverbios 17:9 NVI
Llegamos a casa ilesos, no sin antes pasar saludando al hijo
de otros buenos amigos, quien tocaba el redoblante en la banda de guerra de su
institución educativa. El retumbar de los tambores y la emoción de ver al
jovencito ataviado con su uniforme de gala, me invadió. Sané la herida de cumpleaños olvidados, de
días en que porté la bandera y nadie me fue a visitar, de méritos y honores que
nadie más apreció. Nadie excepto aquel que todo lo ve, el mismo que me salvó y
ahora se alegraba de ver sanada otra herida, lo cual me permite vivir en
libertad, verdadera y absoluta.
'Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido
llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta
a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor. En efecto, toda la Ley
se resume en un solo mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo».' Gálatas
5:13-14 NVI
ORACIÓN:
Gracias Padre por este septiembre, donde puedo celebrar
libertad, pues tu pagaste por ella, una libertad completa y no a medias. Sé que
comenzaste una buena obra en nosotros y no pararas hasta perfeccionarla, me
alegro de que no me dejes así, que tu buena voluntad es transformarme en la
persona que tú soñaste. Hoy ofrezco cooperar en esa obra y extender ese amor y
perdón a todo aquel con quien interactúe. Amén.
Ray & Lily
https://www.youtube.com/watch?v=7lQZ6j6UGrM
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