‘Abundará el pecado por todas partes, y el amor de muchos se enfriará; pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.’ Mateo 24:12-13 NTV
Junto a nuestras
dos hijas mayores, Sindy y Pamela, nos dimos a la tarea de ver la producción nominada
al Oscar, cómo mejor película internacional, ganadora de múltiples premios
europeos. Fueron necesarias dos noches de lunes para completar nuestra tarea.
Casualmente, aunque con dos semanas de separación, sendas noches estaban
particularmente frías, acentuando las sensaciones que las imágenes proyectaban.
Las
espectaculares tomas de los montes andinos y níveo paisaje que ilustró, casi la
totalidad del filme, nos producían hacer muecas. La naturalidad de las
actuaciones y la edición, acompañada de una banda sonora bien integrada, nos
sumergieron en el dramatismo y las emociones que retrataban el histórico
accidente ocurrido hace más de 50 años. Por momentos me descubrí castañeando
los dientes.
Para mí, no es
novedad la historia, pues he tenido oportunidad de ver otras versiones
cinematográficas y documentales de este acontecimiento histórico. Pero siempre
me llenan de preguntas analogías y sentimientos encontrados. Como sea, esta no
fue la excepción, me hizo morderme los labios, tragar saliva, frotarme las
manos e incluso derramar algunas lágrimas, que se interrumpían al hacer algunos
breves comentarios, con la voz entrecortada.
Las
argumentaciones y cuestionamientos sobre la existencia de Dios, que se hicieron
algunos de los involucrados, son más que legitimas y razonables. Y no son tan
diferentes a las que podamos hacernos muchos de nosotros ante las situaciones
que se acontecen en uh mundo tan convulsionado. También pertenecemos a una
sociedad de la nieve o, mejor dicho, una sociedad de nieve.
La diferencia
entre aquellos, que quedaron varados en la exuberante montaña, y nosotros es
que los primeros se encontraron cómo interdependientes y construyeron un
vínculo que les permitió sobrevivir (al menos a algunos) en medio de la
vorágine del inclemente y hostil medio ambiente donde sucumbió la aeronave. Pero
a nosotros nos ha empujado a aislarnos y vivir indiferentes fríos cómo la
nieve, insensibles cómo el hielo.
Pues toda la
ley puede resumirse en un solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»,
pero si están siempre mordiéndose y devorándose unos a otros, ¡tengan cuidado!
Corren peligro de destruirse unos a otros. Gálatas 5:14-15 NTV
Algunos podrán
cuestionar la antropofagia que ejercieron, como estrategia de supervivencia,
aquellos que conformaron el colectivo accidental. Tuvieron que ingerir trozos
de carne, obteniéndolos de los cadáveres, de otros menos afortunados en aquel fatídico
viaje. Hay quienes podrían desatar una gran polémica sobre este hecho, mientras
ellos mismos devoran, destruyen y matan a sus contemporáneos viviendo y obrando
de maneras que poco amor muestran por el prójimo y la humanidad en general.
Mis indolentes y
mordaces comentarios contra los políticos (por ejemplo) son tan mortales y
destructivos que rayan en el canibalismo puro. Lo mismo me pasa con amigos,
conocidos y hasta familiares cercanos. Cuantas veces he desgarrado sus
corazones y me he engullido sus sentimientos indolentemente, con la única intención
de establecer mi punto de vista y razonamiento, imponiéndolo a toda costa.
Después de
pensarlo bien, denuncié a esos nobles y a los funcionarios y les dije:
«¡Ustedes perjudican a sus propios parientes al cobrar intereses cuando les
piden dinero prestado!». Entonces convoqué a una reunión pública para tratar el
problema. Nehemías 5:7 NTV
La indiferencia
nos ha contagiado y somos víctimas de una pandemia global de este mal.
Criticamos la poca oportunidad que tienen los niños de acceder a una escuela, pero
no somos proactivos en buscar un niño que podemos apoyar, no solo con recursos
sino con tiempo. De no hacerlo terminan desertando, condenándolos a vagar por
las calles encontrando medios para sobrevivir que van desde ventas ambulantes
hasta delinquir y extorsionar. Somos una sociedad de nieve cuando solo hablamos
y no accionamos encontrando y proponiendo soluciones a una problemática tan
sensible y antigua cómo nuestra democracia, que poco tiene que argumentar ante
tales situaciones.
En la reunión les dije:
—Estamos haciendo todo lo posible para rescatar a nuestros parientes
judíos que han tenido que venderse a extranjeros paganos, pero ahora son
ustedes los que los someten a esclavitud. ¿Cuántas veces tendremos que
redimirlos? Ellos no tenían nada que argumentar en su defensa. Nehemías 5:8 NTV
Yo, cómo aquellos funcionarios judíos con los que se
enfrentó Nehemías, poco o nada tengo que decir en mi defensa, pues no me
involucro en la resolución de la problemática a mi alrededor. Después de haber
sido alumbrado con la luz de Cristo había fuego en mi interior y pasión por
llevar su mensaje que salva y cambia, y poco a poco se va apagando la llama de
su amor, congelando y endureciendo mi corazón.
» Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu
primer amor. ¡Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a practicar
las obras que hacías al principio. Si no te arrepientes, iré y quitaré de su
lugar tu candelabro. Apocalipsis 2:4-5 NVI
Soterrados por la avalancha de nuestra ocupaciones y
preocupaciones, nos llenamos de actividades para sobrevivir y no de vivir la
plenitud de la existencia que nos fue diseñada. Viviendo una vida que se vierte
y fluye cómo manantial por dónde quiera que vaya. Tomar la aventura de una
expedición, cómo aquellos náufragos, que arriesgaron sus vidas para salvar al
resto de sus compañeros atrapados en medio de la nada.
‘Y este es mi
mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene
amor más grande que el que da la vida por sus amigos.’ Juan 15:12-13 NVI
ORACIÓN:
Amado padre, tu
nos enviaste para ser una comunidad de amor y calor, cultivando la vida y la
paz. Perdona nuestra frialdad e indiferencia, descongela nuestro duro corazón y
hazlo de carne, dispuesto a morir por tu causa e incluso ser consumido, para
que otros hallen vida y el comino de vuelta a ti, quien eres nuestra casa,
nuestro postrer hogar. Háblanos hoy, sácanos del estupor y aviva nuestros
corazones con el fuego de tu Espíritu Santo.
Ray & Lily
https://www.youtube.com/watch?v=Tn_JocYz7Pg
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