TERREMOTO EN TURQUÍA

'Pues las montañas podrán moverse y las colinas desaparecer, pero aun así mi fiel amor por ti permanecerá; mi pacto de bendición nunca será roto —dice el Señor, que tiene misericordia de ti—. ' Isaías 54:10

 

La noticia corrió por todo el mundo y lo conmovió. Las imágenes dieron vuelta al globo terráqueo más rápido de lo que el mismo da vueltas. El telúrico fue inmisericorde, devastador y apoteósico. Los epítetos para nombrarlo se quedan cortos. El tema estaba en la boca de todos la mañana del lunes 6 de febrero 2023. No puedo imaginar la conmoción que causó entre los habitantes de aquellos lares.

 

Guatemala sufrió, también en febrero, pero de 1976; un sismo catastrófico que marcó la vida y geografía urbana de la ciudad. Aunque tenía solo 2 años y medio, hay una imagen anclada en mi memoria, las calles cubiertas con plástico (nylon) azul, sirviendo de morada temporal para la población, como medida de precaución y evitar que las viejas edificaciones, en su mayoría construidas de adobe, colapsaran sobra los citadinos.

 

'«Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios. ¡Seré exaltado entre las naciones! ¡Seré enaltecido en la tierra!».' Salmo 46:10

 

Mi hija Paula reside en el territorio otomano desde el 2009, actualmente en la ciudad de Esmirna (Izmir). Con la noticia del terremoto, muchos fueron los familiares y amigos que se volcaron a preguntar cómo se encontraba, y si acaso tenía noticias de ella. Tal avalancha de muestras de interés y afecto llegó a lo profundo de mi ser, pero en todo esto permanecía tranquilo.  Comprobar que el cataclismo se produjo bastante lejos de su ubicación, afirmó la paz. Lograr conectar telefónicamente y tener una respuesta confirmó la certeza que me indicaba: “todo está bien”.

 

Implosión

La presión era tal que sentía desplomarme por dentro, todo parecía derrumbarse y de echo así tuvo que ser. Había construido una vida basada en mis propias convicciones y conveniencias, mis frustraciones y heridas del pasado fueron la materia prima con que construí mi personalidad altiva y egocéntrica. Viví mi propio terremoto en Turquía. Ya mis malas decisiones me habían llevado lejos, pero intentar reconstruir con los mismos escombros y de la misma forma, constituyó la insensatez más grande.

Con cada nueva movida, hacía caer más despojos sobre mí y sobre aquellos que amo, causando réplicas de destrucción y aumentando los daños de la hecatombe que había propiciado.

 

Mi deseo era reconstruir, pero a mi manera. La humildad que se necesita para pedir ayuda no la conocía, mi autosuficiencia me había llevado a la manipulación y creyendo tener el control fui minando el terreno sobre el cual yo mismo caminaría. Incluso intenté controlar a Dios, mis oraciones buscaban coaccionarlo para que las cosas se volvieran a mi favor. Mis lloriqueos eran más bien el fruto de mi caprichosa voluntad queriéndose imponer y demostrar que tenía la razón.

 

'La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte.' 2 Corintios 7:10

 

Las placas teutónicas de mis deseos dañados estaban en movimiento, sacudieron todo mi ser. Mi intelecto colapsó cual torre de Babel, construida en arrogancia y altivez. Nada quedó en pie, cayó mi reputación, mi hombría, autoestima, orgullo paternal y cualquier atisbo de valor. Aún recuerdo las palabras de mi hermano Javier – “Me duele y no entiendo el verte así.”

 

'Contra ti he pecado, solo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa y tu juicio, irreprochable.' Salmo 51:4

 

No me quedaba ninguna fórmula o estrategia, lo había intentado todo; como diría Frank Sinatra en su canción “A mi manera”. Entonces busqué ayuda, movido, más por el remordimiento y por la frustración de no haberlo logrado, que por la convicción de pecado. No había un verdadero arrepentimiento, pero el bendito dolor me trajo a mi Padre. Descubrir que primeramente lo había ofendido a él, trastornó todo, cambió mi perspectiva y me dio una nueva forma de lidiar con las consecuencias.

 

'Fíjense en lo que ha producido en ustedes esta tristeza que proviene de Dios: ¡qué empeño, qué afán por disculparse, qué indignación, qué temor, qué anhelo, qué preocupación, qué disposición para ver que se haga justicia! En todo han demostrado su inocencia en este asunto.' 2 Corintios 7:11

 

Mi hija está bien y mi tranquilidad proviene de la promesa de que un día habrá restauración en nuestras vidas. Mi forma de pensar dio un giro de 180 grados, hago las cosas a la manera de Jesús, no en mi suficiencia, en la de Él. Le entregué el control y me comprometí a caminar a su forma. Muchas veces este estilo de vida no me deja encajar en la cultura, pero aun así estoy confiado.

 

'«Porque mis pensamientos no son los de ustedes ni sus caminos son los míos», afirma el Señor. «Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra! ' Isaías 55:8-9

 

ORACIÓN:

Señor, hoy me duelo con todos aquellos que sufrieron pérdidas en Turquía, no puedo dimensionar el dolor que pueden estar sufriendo ante tal desastre, pero estoy seguro de que, aún en medio de una ruina, tú puedes aparecer y traer esperanza donde parece no haberla. Estás interesado en nosotros, eres suficiente y capaz de poder tomar el control de nuestras vidas. Hoy, de nuevo, te rindo mi vida y todas aquellas áreas en las que aún quiero gobernar. Te doy el control. Amén.

 

Ray & Lily

 

https://www.youtube.com/watch?v=K1fEw4D40Pc

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