'Cuando él deja oír su voz, rugen las aguas en los cielos; hace que se levanten las nubes desde los confines de la tierra. Entre relámpagos desata la lluvia y saca de sus depósitos al viento. ' Jeremías 51:16
Los días soleados
y fresco clima de la semana anterior parece haber quedado en el olvido. Así es
la transición entre la temporada lluviosa y la seca en nuestro territorio.
Podría decir que en octubre el clima es traicionero y bipolar, ya que puede
cambiar rápidamente. El estar expuesto a la combinación de humedad y gélidos vientos,
pueden conducir a la muerte por hipotermia.
El nerviosismo
causado por la incertidumbre puede conducir a la ansiedad de aquellos que
habitan en áreas de riesgo. La pertinaz lluvia que caracteriza el paso de un
temporal o huracán es indolente a las necesidades de muchos. Solo responde a
las condiciones favorables de la tropósfera terráquea y se hacen
autosostenibles al sobrepasar los vientos de 61Km/h.
Cómo humanidad
tenemos toda una teoría científica sobre la formación de Huracanes y aunque siguen
surgiendo argumentos durante el paso del tiempo, me consuela saber que hay
alguien que puede hacer que se detenga, baje su fuerza o se desvíe, en favor de
aquellos que en Él confían.
'Los
discípulos fueron a despertarlo. —¡Señor —gritaron—, sálvanos, que nos vamos a
ahogar! —Hombres de poca fe —contestó—, ¿por qué tienen tanto miedo? Entonces se
levantó, reprendió a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente
tranquilo. Los discípulos no salían de su asombro y decían: «¿Qué clase de
hombre es este que hasta los vientos y el mar le obedecen?». ' Mateo 8:25-27
¿Cómo
reaccionar ante una tormenta en la vida?
Lo primero que
debemos pensar es que, o quien la originó y cuales son las causas. En el
planeta, además de las que naturalmente se forman, el cambio climático, del que
también somos responsables, ha ocasionado que se multiplique la cantidad de
tormentas. Nuestra mala administración de los recursos naturales y poca
conciencia en el uso de combustibles y los gases que emiten; generación excesiva
de residuos; el sistema alimentario de agricultura y ganadería; derroche de
energía; Y claro está, la deforestación. En el 100% de los casos enumerados somos
directa o indirectamente los responsables.
Así mismo en
nuestra vida personal surgen tormentas emocionales, financieras, relacionales, de
salud, etc. En la mayoría de los casos son consecuencia de malas decisiones, mismas
que nos llevaron a fondos profundos. Estas han provocado daño colateral y
efectos nocivos en el tiempo. Secuelas que nos recuerdan la importancia de
asumir la responsabilidad y acción para corregir el rumbo.
'«Así dice
aquel cuyo nombre es el Señor, el que hizo la tierra, la formó y la estableció
con firmeza: “Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e
inaccesibles que tú no sabes”. ' Jeremías 33:2-3
En todos los
casos podemos clamar a Dios, quien promete responder para mostrarnos las causas
que ocasionaron el desastre. Muchas de estas nos son de alguna manera
evidentes, otras solo las pueden ver los demás y unas más nos eran desconocidas,
pero aún así Él promete ayudarnos a mostrarlas y que en fe actuemos para
corregir el rumbo.
Accionar en el
sentido correcto es necesario, más allá de orar y pedir misericordia, generar
cambios de conducta sustentables es la mejor respuesta. Tanto en el caso del planeta tierra como en
nuestra vida personal, no podemos seguir postergando la acción y ver cómo se
desmorona todo ante nuestra mirada impasible. Nuestra fe debe ser acompañada de
obras de fe.
'Pues, como el
cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.' Santiago
2:26
También debemos
entender las tormentas como un mecanismo correctivo que evitará la muerte. Son señales
de alerta para enderezar el rumbo y librarnos de dolores más grandes en el futuro.
En el caso de los padres con los hijos, no corrigen para descargar su enojo,
más bien lo hacen para impedir consecuencias en el futuro.
Al hablar con
personas que se encuentran en condiciones deplorables en centros de desintoxicación
por el abuso de sustancias, sorprende escuchar que muchos llegaron allí por la
falta de límites y corrección por parte de sus progenitores, preguntándose por
que no los amaron y disciplinaron en su momento.
'Y ya han
olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirigen:
«Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando
te reprenda, porque el Señor disciplina a los que ama y azota a todo el que
recibe como hijo».' Hebreos 12:5-6
Hacer caso omiso
de tormentas pequeñas deviene en huracanes de niveles incontrolables que traen
destrucción y muerte. Fue mi caso y agradezco el haber atendido a una
disciplina correctiva que ha durado más de 10 años. He visto muchas cosas
restaurarse y parar el daño causado por otras, así también el utilizar mi
experiencia para prevenir a otros y ayudar en sus procesos.
'Me hizo bien
haber sido afligido, porque así pude aprender tus estatutos.' Salmo 119:71
Atender a la
corrección y recibirla cómo muestra de amor no nos es tan fácil de entender,
pero el fruto que produce es más deseable que la miel. Ser corregido me trajo
respeto por los principios divinos, que dicho sea de paso son inviolables sin
sufrir una consecuencia. Pero estas mismas las he comprendido como una muestra
de amor eterno.
'¿Acaso no es
Efraín mi hijo amado? ¿Acaso no es el niño en quien me deleito? Cada vez que lo
reprendo, vuelvo a acordarme de él. Por él mi corazón se conmueve; por él
siento mucha compasión», afirma el Señor .' Jeremías 31:20
ORACIÓN:
Padre, hoy clamo
a ti para que detengas, desvíes y debilites las tormentas características de
esta época, pero más aún, te pido nos des la conciencia de nuestra responsabilidad
y valor para corregir lo que esté en nuestras manos. No me dejes indiferente
ante la parte que me corresponde. También te pido por todos aquellos que están
pasando una tormenta existencial. Me pongo a tu disposición para ser de ayuda.
Pero por sobre todo te ruego nos des la fuerza de convertir nuestra fe en obras
que cambien nuestro destino y el del planeta. Amén.
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