'Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, ' Hebreos 12:1
El sustituto
quedó arraigado en mi nombre, ahora tenía la posibilidad de emprender el viaje
para mudar a mi pequeña hija, de 7 años, a su nuevo hogar ubicado a 11,813
kilómetros de distancia. No era un simple viaje de placer, para nosotros
significaría un distanciamiento físico que ha durado más de 12 años. La euforia
de la aventura proporcionaba el combustible necesario para seguir adelante, el
aferrarme a mi palabra proveía la determinación de hacerme avanzar en esa
dirección.
Cuatro maletas de
50 libras cada una, dos valijas de mano, una mochila y una caja que contenía un
curso de inglés para niños, constituían nuestro equipaje. El contenido
ecléctico en su totalidad. Sábanas, zapatos, ropa, libros, frijoles volteados,
champurradas, café, harina de maíz, documentos legales, etc. Este bagaje hacía
realmente difícil el moverse, el trasbordo en España fue toda una odisea,
máxime cuando la pequeña tuvo necesidad de un sanitario; sobre mis hombros la
cargué y atiburré nuestra carga sobre el carro de aeropuerto, con este mismo
bloqueé la puerta del baño de hombres para asegurarle algo de privacidad a mi
princesa.
'He aquí, yo
estoy oprimido debajo de vosotros como está oprimida una carreta llena de
gavillas. ' Amós 2:13
Unos meses antes
había reconocido a Jesús cómo mi salvador y Señor, pensaba que era suficiente
dejar de negar mis pecados y malas decisiones. Confesarlo fue un gran paso,
tener un sustituto me dio esperanza, pero aún llevaba pesadas cargas que me
oprimían. Lleno de culpa por todo el daño causado a terceros, vergüenza que a
manera de plomo hacía gravoso mi caminar. Orgullo herido, hombría embarrada en
la calle de mi proceder. Baja autoestima que hacía saltar todos los testigos
del tablero de mi destino mal forjado. Pecados que me asediaban, pensamientos
de lujuria que hacían una mezcla agridulce y venenosa con la incertidumbre.
Deseos de muerte y suicidio. Todo aderezado con una mente perversa siempre
imaginando en doble sentido o sospechando doblez en cada palabra. Leyendo entre
líneas todo discurso y desconfiando de mí mismo.
La colección que
mi alma almacenó por tantos años era difícil de inventariar y catalogar. No
solo traía los defectos intrínsecos de mi recorrido, había adoptado los de
otros. Me había convertido en una simbiosis de filosofías, idealismos,
fetichismos y aberraciones que de a poco fueron destruyendo la obra maestra de
Dios, convirtiéndolo en un pobre espectáculo y simulacro de hombre.
'Venid a mí
todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. ' S. Mateo
11:28
Uno de los
consejos que se me diera en mi paso por las tablas, es decir el teatro, es que
debíamos dejar nuestros problemas en la entrada y ocuparnos del personaje que
representaríamos; al terminar podíamos pasar por nuestros cacharros, si así lo
deseábamos. Así me pasaba, por momentos
lograba desasir, pero luego volvía a llenarme las manos de mi miseria. Desprenderse
de algo que ha convivido tanto tiempo en nosotros no es tarea fácil. Llegan a
adherirse de tal forma que da la impresión de que es parte nuestra. Es una
tarea que dura el resto de nuestra existencia y harán la guerra para prenderse,
cual sanguijuelas, cada oportunidad que se les presente.
Fue necesario
establecer una comunicación permanente con el creador del universo, cientos de
oras renunciando a todo lo que intoxicaba mi alma. noches enteras escuchando
música que ayudaba a sanarme, lectura de la biblia con un corazón sencillo y
enseñable. Mi ardiente deseo por conocer aquel Dios contra quien tanto
blasfemé. Dando un paso a la vez. La humildad fue una lluvia fuerte que me mojó
hasta las neuronas. Y pensar que Él siempre estuvo ahí, accesible y amante.
'El Señor está
cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad. Cumple los deseos
de quienes le temen; atiende a su clamor y los salva. ' Salmo 145:18-19
Largas caminatas
y recorridos en bicicleta fue la forma en que se fue ganando mi confianza, pues
a decir verdad tenía muchas dudas con relación a su persona y carácter. Dulce y
suavemente me fue despojando de toda cosa que con su peso aplastó mi espíritu y
me dio una carga ligera, un amor por todos aquellos necesitados y quebrados, un
deseo profundo de presentarle al mundo más que a un Dios, a un amante Padre
bueno que espera por sus hijos.
'Así que
emprendió el viaje y se fue a su padre. » Todavía estaba lejos cuando su padre
lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo
besó. ' Lucas 15:20
A mi regreso a
Guatemala solo me acompañaba una pequeña maleta, estaba llena de regalos y fue
muy fácil viajar con ella. Tan sencillo fue que, en el aeropuerto, cuando nadie
llegó por mí, me subí a un autobús y no tuve ninguna complicación para
movilizarme. Muchas de aquellas cosas que me oprimían también se habían quedado
atrás y me encontraba ligero para seguir andando bajo la luz de su gracia,
dispuesto a ir a donde fuera requerido, pues mi Dios proveerá todo lo necesario
de acuerdo con sus gloriosas riquezas en Cristo Jesús. (Filipenses 4:19)
'Es él quien
me arma de valor y endereza mi camino; da a mis pies la ligereza del venado, y
me mantiene firme en las alturas; ' 2 Samuel 22:33-34
ORACIÓN:
Señor, aún debo deshacerme de cosas grandes y pequeñas que
constituyen un estorbo que dificulta el moverme con presteza; me encuentro
tentado a mirar atrás y volver a coleccionar un cúmulo de situaciones y
emociones que me han sido nocivas. Te ruego me mantengas con mi cabeza en alto,
con mis ojos puestos en ti, que me has dado libertad de las cargas innecesarias.
quiero venir a ti en arrepentimiento y calma, para caminar contigo en paz y
verdad. Te entrego todo lo que soy. Amén.
Ray & Lily
No hay comentarios:
Publicar un comentario