500 kilómetros



Uno de los viajes más importantes de nuestra vida fue el que realicé con mi prometida (ahora esposa). Fue en motocicleta de ciudad de Guatemala con rumbo a San Marcos, para apoyar a celebrar el matrimonio de dos buenos amigos. Las cosas no marchaban muy bien entre nosotros y estábamos a punto de tomar la decisión de continuar juntos y comprometernos o terminar definitivamente nuestra relación.

Era finales del mes de diciembre y la temperatura escaseaba, es decir que el frío estaba a la orden del día. Enfrentar la carretera hacia occidente era una aventura que valía la pena evaluar antes de enfrentarla, sobre todo si el medio de transporte con que cuentas es una motocicleta prestada por unos de nuestros mejores amigos.

Recuerdo nuestra conversación previa, la condición era “Si creemos que esto es de Dios y fijamos la mirada en ese objetivo, ¡Hagámoslo! Porque, si lo hacemos puestos los ojos en El Señor, va a funcionar. Si no es así mejor no vayamos.

Son muchas las historias resultantes de este viaje, entre ellas que el predicador invitado no llegó y me sorprendieron asignándome la tarea de hacerlo y hablar sobre el compromiso de formar una familia. Me hablaba más a mi mismo que a los contrayentes o a los asistentes. Ahí tomamos definitivamente la decisión de unir nuestras vidas puestos los ojos en Jesucristo el autor y consumador de la fe.

*Dios bendice la unidad*

Lo he visto una y otra vez. Dios bendice la unidad en el matrimonio, las familias, los equipos, las comunidades, las naciones y en la iglesia. Cuando los cristianos de diferentes iglesias, tradiciones y denominaciones se reúnen en unidad, «allá enviará el Señor bendición».

El salmista escribe: «¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!». Un proverbio dice: «Cuando las cosas débiles se unen, se hacen fuertes». Lo mismo ocurre con las personas: los débiles unidos se vuelven fuertes.

La unidad que produce este tipo de amor «cubre una multitud de pecados (perdona e ignora las ofensas de los demás). El amor perdona las faltas en los demás porque conoces la gracia amorosa e indulgente de Dios en tu propia vida. Esto es clave para mantener buenas relaciones y evitar discutir con los demás con demasiada facilidad. Sabes por tu propia vida cuánto te ama Dios y cómo ha perdonado tus pecados. Debes estar dispuesto a pasar por alto las ofensas y pecados de los demás.

Hoy, ya como esposos, tenemos en nuestro haber más de 3000 kilómetros en motocicleta de viajes a los que su voz nos habló para invitarnos y damos gracias al Señor por haber bendecido tanto la unidad. Oramos para que haya unidad en nuestras familias, comunidades, países y entre las iglesias alrededor del mundo. Hoy oramos especialmente por ti, para que encuentres la unidad con ese Dios que te ama y está dispuesto a hacer el viaje contigo, no importando la distancia y las condiciones. Oramos para que puedas emprender y mantenerte en la ruta *“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”* Hebreos 12:2

Ray & Lily
https://www.youtube.com/watch?v=bhPdS_ZUKg8

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