'Luego siguió solo todo el día hasta llegar al desierto. Se sentó bajo un solitario árbol de retama y pidió morirse: «Basta ya, Señor; quítame la vida, porque no soy mejor que mis antepasados que ya murieron».' 1 Reyes 19:4 NTV
Es la víspera de la grabación del programa infantil al cual
me invitaron para hacer un personaje, estoy un poco nervioso. La semana estuvo
cargada de emociones y situaciones que coparon nuestra agenda, más allá de los
horarios habituales. Sumado a esto el deceso súbito de un amigo cercano y otros
tantos funerales han hecho mella en mi salud emocional. Me parece que la muerte
cabalga rampante por estos días, la imagino al asecho en la vuelta de la
esquina.
Mi estómago no encuentra juicio y mi aparato digestivo no
consigue asimilar los alimentos en su totalidad. Me es inevitable pensar en mi
funeral y las decisiones que debo tomar para cuando llegue el día. Quiero que
sea una celebración y no un momento incómodo y escabroso para quienes se queden
y deban resolver los detalles. También una tos seca hace su aparición y se suma
un agotamiento muscular.
No he tenido tiempo de memorizar bien el libreto, hago mi
mejor esfuerzo y siento un cosquilleo en mis entrañas, literalmente cómo si
tuviera mariposas en el tubo digestivo o, para ser más preciso, cómo sí una manada
de escarabajos morase en mi regazo. Siento gases que amenazan con darse a la
fuga por donde hallen espacio. Lo entiendo, estoy somatizando el cúmulo de
situaciones y emociones por las que atravieso.
'Mientras me negué a confesar mi pecado, mi cuerpo se
consumió, y gemía todo el día. Día y noche tu mano de disciplina pesaba sobre
mí; mi fuerza se evaporó como agua al calor del verano.' Salmos 32:3-4 NTV
Pienso que invariablemente, todos hemos sufrido los síntomas
físicos a raíz de estar sometido a una carga emocional, financiera o de
trabajo. Nuestro cuerpo reciente todo lo que nos pasa internamente y se ve
afectado en diferentes niveles que pueden llegar a causar enfermedades graves
como la diabetes o incluso el cáncer.
Recuerdo la ocasión en que mi hombro derecho se inmovilizó,
lo que se conoce cómo hombro congelado, todo esto como consecuencia de la
impotencia que sentía al no poder ayudar a mi hija menor con los diagnósticos
psicológicos y el retorno de la epilepsia en su vida. Literalmente me sentía
mal padre, o no suficiente, lo que devino en la crisis de mi extremidad
superior.
Cuantos de nosotros nos hemos visto afectados en la espalda
a causa de responsabilidades que sobrepasan nuestra capacidad, o por el
cumplimiento de agendas apretadas. El compararnos o sentirnos incompetentes,
también afecta esa parte de nuestro cuerpo. Que decir de la tensión que se
acumula en el cuello cuando la culpa o el miedo nos hacen una visita. La
presión puede ser tal que deseemos la muerte y seamos conducidos a ella.
'Entonces me di cuenta de que mi corazón se llenó de
amargura, y yo estaba destrozado por dentro. ' Salmos 73:21 NTV
Así, todo lo que vivimos en nuestra infancia, asuntos que no
están resueltos o acontecimientos traumáticos, los dejamos archivados y bloqueados
en nuestro subconsciente, pero pueden afectar directamente al corazón. También
la angustia y el abandono podrían ocasionarnos una gastritis y malestares
estomacales.
'El corazón contento alegra el rostro; el corazón quebrantado
destruye el espíritu.' Proverbios 15:13 NTV
Pero, así como las emociones nocivas repercuten en nuestro
organismo, también las actitudes correctas pueden causar un efecto positivo en
él. Preocuparnos constituye una meditación negativa que luego somatizamos, pero
pensar y enfocarnos en lo bueno, traerá el resultado opuesto. Es decir, podemos
somatizar la alegría, gratitud, esperanza, etc.
'Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar.
Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y
dignas de alabanza.' Filipenses 4:8
¡ESO ES TODO AMIGOS!
Esas fueron las
palabras del productor general, quien también compartió con nosotros actuando
en la última escena. El jolgorio y alegría llenaron el pequeño estudio de
grabación. Abrazos, felicitaciones y choques de manos y puños fueron la forma
de celebrar. Además, que terminamos mucho más rápido de lo esperado. Confiamos
en el apoyo de Dios, quien nos salió al paso y nos sorprendió.
'No te dejes impresionar por tu propia sabiduría. En
cambio, teme al Señor y aléjate del mal. Entonces dará salud a tu cuerpo y
fortaleza a tus huesos.' Proverbios 3:7-8 NTV
El apetito volvió con naturalidad y al despojarme de los
atuendos que caracterizaron mi personaje, una sonrisa indeleble se dibujó en mi
rostro. Sin tensiones y con una nueva vitalidad que afectaba la química de mi
cuerpo. No estoy seguro de haberlo hecho muy bien, pero sí te poner mi corazón
en ello, al igual que el resto del equipo quienes, dicho sea de paso, hacen un
trabajo excelente.
'Para el abatido, cada día acarrea dificultades; para el
de corazón feliz, la vida es un banquete continuo.' Proverbios 15:15 NTV
ORACIÓN:
Señor, depositar toda ansiedad sobre ti es medicina
preventiva, tu palabra también constituye ese medicamento que nos sana. Gracias
por la salud que compraste con el precio de tu sangre. Sé que no soy inmune a
todos los males, pero con mis ojos puestos en ti encuentro alivio y descanso, primeramente,
para mis emociones y luego para mi cuerpo. Hoy rindo todo a ti, pues sé que
tienes cuidado de mí. Amén.
Ray & Lily
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