UNA PALABRA

'El centurión contestó: —Señor, no merezco que entres bajo mi techo. Pero basta con que digas una sola palabra y mi siervo quedará sano. ' Mateo 8:8 NVI

 

Enero 2021, el mundo entero se reponía del golpe de la pandemia de COVID y cada institución despertaba del letargo y adormecimiento provocado por el “uppercut” que significó el enfrentarse a lo desconocido, sumado a la psicosis que la ignorancia ocasionó y los reportes de miles de muertes reportados por todos los medios de nuestro globalizado cosmos.  Para algunos fue una época de meditación y reorganización de prioridades, también de retomar viejas cuestiones que se procrastinaron por mucho tiempo.

 

Fue así como, motivado por el dulce afecto de mi esposa que tomé la decisión de acercarme a la institución dónde hacía más de 30 años había estudiado y de dónde me retiré con la cabeza baja, avergonzado por mis notas finales que mucho distaban de aquel brillante niño que siempre figuró en los cuadros de honor por su desempeño académico. Tres fueron las materias reprobadas y solo de una de ellas había logrado recuperar la nota. Las circunstancias para dejar los estudios fueron muchas y complejas, pero la razón para no regresar fue el orgullo de volverme a dejar enseñar por alguien.

 

Los personeros de la casa de estudios pertenecían a mi generación y me veían con un poco de asombro y escepticismo, aún así se tomaron la apoteósica tarea de buscar mis documentos. Fue mi amada la que más insistió en conseguir los certificados, visitó la institución en más ocasiones de las que yo mismo lo hice, pero recuerdo el día en que salí del INEB (Instituto Nacional de Educación Básica) con la papelería en la mano. Había entrado por la pequeña puerta trasera, pero me solicitaron salir por la puerta de enfrente. Lejos estaban la angustia y vergüenza que me invadía la última vez que atravesé ese umbral, hacía ya más de tres décadas.

 

'Los gobernantes, al ver la osadía con que hablaban Pedro y Juan, y al darse cuenta de que eran gente sin estudios ni preparación, quedaron asombrados y reconocieron que habían estado con Jesús.' Hechos 4:13 NVI

 

Parecía irónico que la nota roja que señalaba mi fracaso en la asignatura de Idioma Español, no reflejaba la naciente necesidad y herramienta con la que había comenzado a dar esperanza y luz a un colectivo que tenía a mi cargo. Casi un año escribiendo un artículo devocional, una vez por semana, donde las historias y palabras fluían a raudales, inspiradas por las Sagradas Escrituras. Anécdotas y pasajes cotidianos que traían reflexión y meditación sobre las circunstancias que atravesábamos en ese momento. La herramienta que Dios utilizaba era la misma que me había causado la herida y fue así cómo comencé este pequeño ejercicio de escribir un par de páginas por semana, acumulando hasta la fecha un aproximado de 260 escritos.

 

'pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente presumiré más bien de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.' 2 Corintios 12:9 NVI

 

No tengo nada de que jactarme, pues ahí dónde era débil, Dios eligió glorificarse. Yo que siempre fui torpe con las palabras, aquel niño tímido a quién le latía el corazón a toda prisa cuando tenía que dar una respuesta en la escuela, al que se le entorchaba la lengua y se enredaba con sus palabras y sus intrincados pensamientos, a ese le derramó Dios de su gracia para compartir algunos pensamientos. Es un regalo, un don que me ha capacitado para expresar el amor con que Papá me recibió y con el mismo que espera a todos aquellos que reconocen su poder.

 

'Por lo tanto, la elección no depende del deseo ni del esfuerzo humano, sino de la misericordia de Dios.' Romanos 9:16 NVI

 

Algunas veces he logrado transcribir las meditaciones que he tenido durante un lapso, pero la mayoría de las veces me he sentado a esperar y viene una palabra y con esa comienza todo. En ocasiones con mucho ánimo y expectativa, en otras sin deseos o cansado, preguntándome por qué fui escogido para hacer algo que me sobrepasa totalmente. He permanecido sentado frente al ordenador, solamente con la fe en un Dios amante de sus hijos que está deseoso de hablarles, no porque deba, más bien porque quiere comunicarse con ellos. Una palabra basta para desatar su gracia, favor y gloria. Nunca he sido yo, ha sido Él en mí, por amor a aquellos que se toman el tiempo de leer estas líneas.

 

'Pero Dios escogió lo tonto del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos. También escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse.' 1 Corintios 1:27-29 NVI

 

El mensaje central de todo es la voz de Dios padre, invitando a sus hijos a volver a su casa, a la intimidad, para tener misericordia de nosotros que estamos perdidos sin Él, no por obras, no porque corramos y nos esforcemos, sino por el simple afecto de renovar su misericordia en nuestras vidas cada mañana y derramar de su sobreabundante e ilimitada gracia en nuestra corta existencia, para invitarnos a cohabitar con Él por la eternidad.

 

'Seguro estoy de que la bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre.' Salmo 23:6 NVI

 

ORACIÓN:

Padre, hoy vuelvo a ti, a buscar tu corazón y me encuentro con tus brazos que me estrujan el orgullo y vanidad. Con tu abrazo extraes la soberbia y el enojo, con tus besos limpias la culpa y la vergüenza. Con solo una palabra me recuerdas que por gracia soy salvo. Me invitas a pasar y tomar un lugar en tu mesa, me atraes para comenzar de nuevo, un día más. Gracias Jesús, en este día quiero que se note que he estado contigo. Amén.

 

Ray & Lily

 

https://www.youtube.com/watch?v=56QFtbbdE60

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